El atentado de Estambul hace peligrar uno de los motores de la economía turca

Exteriores aconseja a los turistas españoles en la zona que «extremen» las precauciones

Iamgen de la matanza ayer en pleno centro de Estambul REUTERS

J. PÉREZ DE LA CRUZ

La violencia y la inestabilidad por la que atraviesa todo Oriente Próximo también está teniendo reflejo en el país que aspira a entrar en la Unión Europea. Además de los duros combates que se viven en las provincias kurdas del sudeste de Turquía, los problemas producidos durante más de cuatro años de guerra en la vecina Siria están golpeando cada vez con más frecuencia a diferentes regiones del país.

Los terroristas de Daesh son los que se están mostrando especialmente activos dentro de las fronteras turcas. A un yihadista de este grupo se le ha atribuido el ataque terrorista de la plaza de Sultanahmet de Estambul, en el que murieron once turistas, golpeando una vez más a una de las fuentes de ingresos más importantes del país.

Ante estos brotes de violencia, la Oficina del Turismo de Turquía quiere transmitir tranquilidad. En un comunicado colgado en su web, en el que presume de ser el sexto país del mundo en número de visitantes (40 millones al año), subrayan que se han reforzado las medidas de seguridad. «Prestando una especial atención al tema de los visitantes extranjeros, se están aplicando escrupulosamente las medidas necesarias dirigidas a garantizar la seguridad de los mismos».

Esto no resta preocupación a los gobiernos hacia sus ciudadanos, especialmente tras el atentado de ayer en Estambul. El Ministerio de Exteriores aconsejaba ayer a los turistas españoles que estén de visita en Estambul que «extremen» las precauciones y eviten todo tipo de manifestaciones o aglomeraciones ante el riesgo de atentado terrorista; y que permanezcan «atentos y vigilantes» en las zonas de mayor presencia turística como Taksim, Osmanbey, Haciosman, Yenikapi.

2015, un año mortífero

A pesar de los cientos de detenciones que ha llevado a cabo la policía turca durante los últimos meses y que se consiguió evitar una masacre planeada para la noche de Fin de Año en Ankara, la capital del país, 2015 fue especialmente mortífero en Turquía. El 10 de octubre de 2015, 102 personas murieron en la capital después de un ataque suicida que se produjo pocos antes de una marcha multitudinaria. Este ha sido el peor golpe terrorista que ha sufrido Turquía en toda su historia moderna.

El hermano de uno de los autores de esta masacre, fue el terrorista que hizo explotar otra bomba el 20 de julio pasado en Suruç. En esta ciudad fronteriza con Siria, una treintena de jóvenes izquierdistas murieron tras el ataque suicida. Asimismo, se cree que la firma de Daesh también estuvo detrás del ataque que se cobró la vida de cuatro personas en la ciudad, mayoritariamente kurda, de Diyarbakir. La bomba explotó durante una concentración del partido prokurdo del HDP, solo dos días antes de las elecciones generales de junio.

Precisamente, los sectores kurdos y opositores al Gobierno del partido islamista de Recep Tayyip Erdogan acusan al Ejecutivo turco de excesiva connivencia con los yihadistas del Daesh.

La situación de puente entre oriente y occidente, y en concreto entre Siria e Iraq y Europa, coloca a Turquía en una situación delicada . Muchas de las atrocidades de la guerra siria se cometen en su territorio, como por ejemplo el asesinato del activista sirio Naji Jerf en Gaziantep. Jerf se dedicaba a documentar la violencia tanto del Daesh como del régimen de Bashar al Assad.

Al mismo tiempo que la violencia yihadista ha entrado en juego, los enfrentamientos con los grupos kurdos se han recrudecido. En julio, tras el atentado de Suruç, la tregua entre el Gobierno y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán se derrumbó. Desde entonces, cientos de personas han muerto en las provincias del sudeste del país y miles de civiles se han visto obligados a huir de sus casas, algo que no ocurría desde los sangrientos años 90.

Además, la actividad de diversas milicias más pequeñas continúa. Poco antes de Navidad, por ejemplo, uno de estos grupos, el TAK (Halcones Libres del Kurdistán), reivindicaba la autoría de una explosión en el aeropuerto Sabiha Gökçen tras la que falleció una empleada de limpieza.

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