El asesinato a balazos del cuarto periodista mexicano este 2022 conmociona al país

Borja Rama

01/02/2022
Actualizado 03/02/2022 a las 16:09h.

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El cuarto periodista en menos de un mes ha sido asesinado a tiros a la salida de la redacción de ‘Monitor Michoacán’, un portal web radicado en Zitácuaro, una pequeña localidad en el estado mexicano de Michoacán, situada a dos horas al oeste de Ciudad de México. Roberto Toledo trabajaba en este noticiero digital. «El periódico ha venido recibiendo una serie de amenazas de muerte y finalmente se cumplieron», según ha manifestado mediante un vídeo compartido en redes sociales, Armando Linares López, director de este medio online.

Unos minutos después de que finalizara la vida de Toledo por cinco impactos de bala – dos en el abdomen, uno en el tórax, otro en el brazo y uno más en la clavícula -, el responsable de este pequeño tabloide expresaba: «Exhibir corrupciones de gobiernos corruptos, de funcionarios y políticos corruptos nos llevó a la muerte de uno de nuestros compañeros». Visiblemente afectado trasladaba que no podía hablar, «ni decir mucho». «Sólo me queda decirle a la familia de nuestro compañero que no vamos a dejar las cosas, vamos a llevarlas hasta las últimas consecuencias », sentenció. Entretanto al director se le quebraba la voz, concluía con que “las amenazas se cumplen, nosotros no estamos armados, nuestra única defensa es una pluma y una libreta”.

Toledo era también abogado y compartía oficina con este medio de comunicación. Un bufete del que se disponía a salir cuando fue brutalmente tiroteado. Integrantes de la redacción ya habrían recibido agresiones y comenzaron, según su jefe, «cuando se exhibieron las corruptelas de un exalto cargo de la Fiscalía». Testigos de la escena del crimen afirman que los asaltantes habrían dejado dos pancartas en las que un grupo vinculado al narcotráfico trasladaba amenazas contra los abogados por un pleito sobre una banda rival.

Tres hombres armados volvían a cortar de raíz la ya de por sí mermada libertad de expresión en México, que con hasta siete periodistas asesinados en el país mesoamericano en 2021, fue tildado por Reporteros Sin Fronteras como la nación «más mortífera del mundo» para ejercer el periodismo. Según informa esta asociación, suele afectar a investigadores sobre «temas molestos para el gobierno o relacionados con el crimen organizado». Hace justo una semana los profesionales de la comunicación se manifestaron, delante de el Ministerio de Gobernación de Ciudad de México, para reclamar justicia al Gobierno mexicano ya que se encontraban alarmados por los anteriores tres periodistas muertos. Los reporteros José Luis Gamboa Arenas fue apuñalado durante un presunto asalto en Veracruz y Margarito Esquivel y Lourdes Maldonado tiroteados en la fronteriza Tijuana. El caso de la fotoperiodista Maldonado fue muy sonado ya que en 2019 expresó al presidente, durante el vespertino discurso del mandatario, que temía por su vida por un litigio sobre «temas laborales» que sostenía con Jaime Bonilla, el exgobernador del partido presidencial de Baja California.

El portavoz del Gobierno, Jesús Ramírez Cuevas, ha salido al paso desde su cuenta de Twitter en la que traslada que «no se permitirá la impunidad». Considerada la lacra que más ennegrece los casos de los 29 periodistas asesinados durante el mandato de López Obrador. Sólo se han dictado sentencia en cinco ocasiones y un pírrico 9% de las víctimas han recibido justicia. Al menos 47 periodistas fueron ejecutados en la anterior Administración , 18 periodistas menos que en la actualidad, sin embargo, todo indica que este Gobierno superará la inquietante cifra porque se encuentra en la mitad de el sexenio. Catorce periodistas fueron ejecutados en los dos últimos años, una cifra que, desgraciadamente, se alcanzará en breve si sigue atentando contra el ya de por sí herido derecho a la información en México.

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