ENTREVISTA AL PRÍNCIPE HASAN BIN TALAL
«Antes de firmar más acuerdos con Israel, debemos saber cuál va a ser el futuro del Proceso de Paz»
De visita en España, el tío de Rey Abdalá II explica los motivos que han llevado a Jordania a rescidir los arrendamientos de territorios a Israel
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El Príncipe Hasan bin Talal (Amán, 1947), tío del actual Rey de Jordania, Abadalá II , ha visitado esta semana España, donde ha sido nombrado miembro honorífico de la Real Academia de Historia . Un nuevo reconocimiento a una extensa e intensa vida dedicada al humanismo y a la búsqueda de fórmulas que profundicen en el diálogo y la convivencia entre religiones. Fundador del Instituto Real de Estudios Inter-fe, ha sido presidente del Club Roma, ha participado en comités de las Naciones Unidas y el Foro de Pensamiento Árabe, entre otros organismos. Graduado en Oxford, es Doctor Honoris Causa en derecho, letras, teología y estudios orientales y africanos. Conferenciante habitual, tiene en su haber numerosas publicaciones, con títulos como «Ser musulmán», «En Memoria de Faisal I: la cuestión iraquí» o «El cristianismo en el mundo árabe».
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«Mi familia ha estado dedicada durante siglos a defender el pluralismo. El Reino de Hiyaz fue el primer reino que se independizó, en 1915, y en él recibimos a árabes judíos, cristianos y musulmanes», señala el Príncipe Hasan bin Talal durante una entrevista con ABC, tras participar en un encuentro privado en la Casa Árabe, en Madrid , donde ha hablado sobre el «Diálogo interreligioso y convivencia de las diferentes confresiones y credos en Oriente Medio» . «Estoy aquí para hablar del respeto, porque el choque de civilizaciones, en realidad se ha convertido en choque de subculturas. Entiendo que todos estemos preocupados por los problemas nacionales, las relaciones comerciales..., pero ya no podemos ignorar por más tiempo los problemas que afectan a nivel mundial. Tanto España como el mundo árabe tiene una enorme responsabilidad en lo que yo llamo la carga del pensamiento y de la historia para los jóvenes, que son el futuro del mundo, y que no tienen porque acordarse de ella. Yo veo la historia como un prólogo para el futuro», comenta.
«El choque de civilizaciones, en realidad se ha convertido en choque de subculturas»
Asesor político de su hermano, el Rey Husein I , Bin Talal fue el Príncipe heredero al trono durante 34 años , hasta que el monarca designó como sucesor a su hijo Abadalá, que subió al trono en 1999. En su labor por defender el diálogo frente al conflicto, Bin Talal tuvo un papel relevante en la culminación de la firma del Acuerdo de Paz entre Jordania e Israel, en 1994 (es el único país, junto a Egipto, que ha firmado un acuerdo de paz con Tel Aviv). Un tratado bilateral rubricado el 26 de octubre de 1994 por Isaac Rabin y Abed Salam el-Mayali que esta semana ha cumplido 24 años, pero que el Rey Abdalá II ha decidido revisar, rescindiendo dos de sus anexos.
En dichos anexos se acordaba el arrendamiento por 25 años de varios territorios en la frontera de Jordania con Israel -Baquora y Ghumar- , ocupados por Israel tras la Guerra de los Seis Días, en 1967, y sobre los que gracias al acuerdo de 1994 Israel tiene derechos especiales de viaje y en la que están asentadas decenas de granjas de agricultores, aunque la soberanía la ha mantenido Amán.
El pasado 20 de octubre, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu , había expresado la intención de prorrogar el acuerdo otros 25 años, algo que rechazó el Rey Abdalá II el pasado fin de semana. «Estamos practicando nuestra plena soberanía en nuestra tierra. Nuestra prioridad en estas circunstancias regionales es proteger nuestros intereses y hacer lo que sea necesario para Jordania y los jordanos», argumentó el monarca a través de un comunicado. El plazo para revisar estos anexos se cumplía justamente este jueves, un año antes de acabar el compromiso. Ambos países tienen ahora doce meses por delante para negociar el futuro de estos territorios.
Coincidiendo con su visita a Madrid, conversamos con el Príncipe Hasan bin Talal sobre los motivos que han llevado al Rey Abdalá II a tomar esta decisión, que llega precedida por la presión política y social de un país que atraviesa una situación delicada tras la crisis de Gobierno sufrida este verano como consecuencia de la subida de impuestos.
Hay quienes han visto en la decisión de rescindir el arrendamiento una forma de presionar al Gobierno israelí ante la falta de avances en el Proceso de Paz palestino-israelí. Algo que afecta a Jordania, un país con un 60% de su población de origen palestino...
No creo que la paz entre los dos pueblos sea un logro de 1994, simplemente fue un documento firmado por dos países. Cuando el embajador de Israel en Jordania escribió sus opiniones sobre el tratado de paz, fue muy justo al resaltar los cientos de obstáculos que hubo para lograr la paz, y al final todos esos problemas siguen en la actualidad, casi 25 años después. La cuestión del arrendamiento de los territorios hay que abordarla desde un punto de vista entre arrendador y arrendatario, asi que creo que esta manifestación de Jordania es el reflejo de la falta de satisfacción. El Proceso de Paz con Palestina no ha tenido ningún avance, así que antes de que haya nuevos acuerdos, necesitamos saber cuál va ser el futuro del Proceso de Paz palestino-israelí.
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¿Esta decisión de rescindir los anexos respondería a la presión del pueblo jordano?. ¿Sería una forma de congraciarse con él en un momento en el que el país atraviesa una crisis social debido al aumento de los impuestos?
¿Por qué deberíamos seguir prestando tierra a un país que ya ocupa otros terrirorios, como Cisjordania o Gaza, en los que no ha habido ningún avance en el Proceso de Paz?
El tema de los impuestos es algo que tiene que ver con el Fondo Mundial Internacional (FMI), no tiene nada que ver realmente con Jordania. El sentimieno de malestar en la región ha crecido como resultado de la postura que ha adoptado Estados Unidos de cortar fondos. Hasta Unicef, que recibía 8 millones de dólares para prestar asistencia a los niños de los territorios ocupados, ha decidido retirar sus fondos. En los años 90 teníamos en Jordania una población de tres millones de habitantes, y actualmente es de más de diez millones. En la región hay 5,2 millones de palestinos, de los que 2,8 millones viven en Jordania. También hay más de cinco millones de refugiados sirios distribuidos en la región. El FMI se dedica a los 17 millones que están en Siria, pero qué sucede con los que están fuera del país. Nadie quiere hacerse cargo de ellos desde el punto de vista económico. Las Naciones Unidas hacen una distinción entre refugiados e inmigrantes. Hay 65 millones de refugiados en el mundo, según Acnur; y hay 200 millones de migrantes, según el Undp (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). Para un país pequeño como Jordania, que ha cuadruplicado su población, es una locura que le pidan responsabilidades, y seguir arrendando los territorios. ¿Por qué deberíamos seguir prestando tierra a un país que ya ocupa otros terrirorios, como Cisjordania o Gaza, en los que no ha habido ningún avance en el Proceso de Paz?
Usted ha comentado que la decisiones del actual Gobierno de EE.UU. han provocado malestar en la región. Entre estas decisiones se encuentra el traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén... ¿Lo ha visto como una provocación u otro obstáculo para el proceso de paz?
El barrio diplomático en Jerusalén tiene ya más de cien embajadas, y esto va a afectar indudablemente la vida de la ciudad. La pregunta es si ellos esperan algo a cambio. Cuando alguien hace un gesto, espera algo a cambio. ¿Qué es lo que EE.UU. quiere a cambio? Va a servir para mejorar el Proceso de Paz. Yo lo veo no solo como una provocación, sino también va a tener consecuencias en el proceso de paz porque los palestinos que están en territorios ocupados saben que legalmente es un error. De acuerdo con el derecho internacional no se puede hacer. Yo mismo he escrito algunos artículos sobre este tema. Desde el punto de vista político, ¿cuál es el quid pro quo?. ¿Qué obtienen los palestinos a cambio? ¿Habrá una capital también para los palestinos en Jerusalén, como para los israelíes? ¿Van a aplicar la solución de los dos estados? ¿Van a mencionar a los refugiados? ¿Qué significa este paso?. Los que vivimos en la región vamos a sufrir las consecuencias, y una consecucnai va a ser la polaridad de odios en nuestra tierra. Y en realidad no queremos eso. Queremos más diversidad. Que sea reconocido el derecho a la seguridad de Israel, pero ¿se les va a reconocer otros derechos a los palestinos?
Roma ha reconocido un estatus especial para Santa Sede, que está situada en la capital italiana. Este estatus especial le permite a la comunidad católica entablar conversaciones con muchos otros. ¿Pero dónde está ese estatus especial para la Explanada de Jerusalén? Los cristianos, los musulmanes y los judíos no pueden gestionar ese espacio que comparten... Y no se trata de una cuestión de nacionalismos o de banderas, más bien del reconocimiento del espíritu de Jerusalén. Ahora que se acerca la Navidad quisiera preguntar a sus lectores qué conciencia tienen ellos de lo que significa Jerusalén para el cristianismo, porque, con todos mis respetos, el cristianismo no nació en Occidente.
¿Qué futuro le ve al Proceso de Paz con los actuales gobiernos de EE.UU. e Israel, con Donald Trump y Benjamin Netanyahu en el poder? ¿Ve un acuerdo a corto plazo o habrá que esperar mucho más?
«La dignidad humana ahora está en manos de los extremistas y el fanatismo»
No me concierne a mí hacer comentarios sobre personas concretas. Durante 50 años he visto a políticos entrar y salir. Si queremos que haya un movimiento para estabilizar el Levante, debemos poner el texto en contexto. Antes Israel era un país solitario que necesitaba hacer amigos. Ahora es más grande, e incluso podríamos hablar de un Israel mundial, pero la pregunta es si Israel pertenece a la región, o debemos de hablar de Israel «y» la región. Más sencillo todavía: cuando hablé en hebreo a Shimon Peres, Bill Clinton y Al Gore me aplaudieron. Me pregunto: ¿por qué no le aplaudirían a Peres si se dirigiese a mí en árabe? La paz es un camino de dos direcciones, pero tenemos que vivir con esperanza. Y esta para mí significa que no podemos dejarle a las generaciones futuras un legado en el que predomine la polaridad de odios. Creo en el proceso del Benelux: tu me respetas y yo te respeto, pero trabajamos juntos en los aspectos que tenemos en común. Europa empezó con el carbón y el acero. ¿Por qué no puede empezar nuestra región con la energía y con el agua?. Las crisis no entienden de mapas, están en las mentes de los políticos. La dignidad humana ahora está en manos de los extremistas y el fanatismo. La tradición musulmana dicta que si llegase el día del juicio Final y tuviesemos un árbol frutal en la mano, lo que hay que hacer es plantarlo.