Una americana cuenta cómo unos refugiados sirios la protegieron de los acosadores en Colonia
La rodearon para ayudarla a escapar de la multitud, llamar a su novio y buscar su número en la agenda
Una mujer estadounidense ha relatado cómo fue rescatada del asalto sexual que tuvo lugar en Nochevieja en Colonia , gracias a un grupo de refugiados sirios. Caitlin Duncan , un estudiante de neurociencia de Seattle, contó a «The New York Times» que se había separado de su novio en la plaza llena de gente fuera de la famosa catedral de la ciudad y la estación principal de trenes, según recoge «Independent».
En su relato describe cómo un hombre robó su sombrero antes de que otro la agarrara por detrás , rebuscara en sus bolsillos y una tercera persona tratara de besarla en la cara y en el cuello. Ella, con 27 años, escapó y lo denunció ante la policía, pero estaban ocupados tratando de despejar la plaza y volvió de nuevo a la multitud, donde otro grupo de hombres comenzó a agarrarla y tirarle del pelo.
« Empecé a forcejear, patear, golpear y empujar hasta que pude zafarme », dijo ella. «Estaba muy asustada». Fue entonces cuando se le acercó un grupo de refugiados sirios que le ofrecieron su ayuda . Ellos la rodearon para ayudarla a escapar de la multitud, llamar a su novio y buscar su número en la agenda, algo que no podía hacer fruto de los nervios y el miedo.
La pareja se reunió más tarde dentro de la estación de tren , cuando Duncan seguía llorando, pero esta vez aliviada. Uno de sus héroes fue Hesham Ahmad Mohammad, un maestro de 32 años, que huyó de Alepo y celebraba la Nochevieja en Colonia junto a otros amigos sirios recién llegados a Alemania. Según contó a «The New York Times», él también se encontraba a asustado por aquel grupo que «parecía haber perdido la cabeza» entre la bebida y las drogas. Duncan y Mohammad ahora son amigos y hablan regularmente.
La masiva agresión sexual contra cientos de mujeres alemanas por parte de cerca de mil inmigrantes, gran parte de ellos refugiados llegados en los pasados meses, es ya un punto de inflexión en la legislatura y en la carrera política de la canciller Angela Merkel.
Durante horas, un Estado como el alemán fue incapaz de proteger a su población en el centro de Colonia y en otros lugares que después se han conocido. Grupos de hombres extranjeros aterrorizaron, con el uso de inaudita violencia, osadía y procacidad, a mujeres , a hombres que intentaron ayudar y a una policía alemana impotente hasta un grado alarmante. Tanto que en estos días ha quebrado seriamente, como advierten políticos y analistas, la confianza de la sociedad en el estado y su capacidad de garantizar su seguridad.
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