El alcalde de Nueva York acude en persona a disolver a cientos de judíos en un funeral
De Blasio advierte de que ese tipo de concentraciones masivas son «inaceptables» y que «la hora de las advertencias ha pasado«
El alcalde de Nueva York , Bill de Blasio , se personó en uno de los barrios de judíos ultraortodoxos de Brooklyn para disuadir una concentración multitudinaria de vecinos que había acudido al funeral de un rabino.
Ocurrió este martes por la noche en las confluencias de la avenida Bedford con Rutledge, en el sur del barrio de Williamsburg, donde está una de las mayores comunidades de judíos hasídicos de la ciudad. Cientos de personas se congregaron desde la tarde -algunos con mascarillas, otros sin ellas- en la intersección, donde se honraba al rabino Chaim Mertz.
En el estado de Nueva York rige una orden de confinamiento desde el 22 de marzo para evitar la expansión de la epidemia de coronavirus . La normativa permite salir a la calles para hacer pasear o hacer ejercicio, siempre que se respete la distancia de seguridad. Cualquier concentración de personas está prohibida.
Desde que comenzaron las restricciones, se han repetido las violaciones del confinamiento en las comunidades hasídicas, donde la Policía ha tenido que intervenir para dispersar grupos de personas que celebraban bodas o funerales. Este periódico ha comprobado en el barrio mencionado de Williamsburg cómo las normas de distanciamiento y de utilización de mascarillas se cumplen en menor medida en la comunidad hasídica, con muchas familias numerosas que viven en edificios de apartamentos abigarrados y calles con mucha densidad de población.
La epidemia de coronavirus ha tenido una gran incidencia en estas comunidades y tanto De Blasio como el gobernador del estado, Andrew Cuomo , han hecho llamamientos para que se respeten las normas. El año pasado, las comunidades ultraortodoxas también sufrieron buena parte del brote de sarampión en Nueva York- el peor en décadas- por la oposición de parte de sus vecinos a las vacunas.
De Blasio tomó la decisión poco habitual de personarse en la actuación policial para disolver la concentración de personas. Lo hace en un momento en el que su papel en la gestión de la crisis está ensombrecido por Cuomo, que se lleva buena parte del foco como gobernador, la autoridad que decide sobre el confinamiento.
De Blasio, objeto de críticas
Además, De Blasio, que intentó sin ningún éxito convertirse en candidato del partido demócrata a la presidencia de EE.UU., ha tenido que enfrentarse a críticas por prácticas poco ejemplares en medio de una epidemia. A mediados de marzo, cuando Cuomo ordenó el cierre de gimnasios, él decidió atravesar toda la ciudad -desde su residencia como alcalde, en el Noreste de Manhattan, hasta el barrio de Park Slope donde tiene su casa- para ejercitarse un día más en su centro deportivo preferido. Pero además, ha seguido cubriendo esos 20 kilómetros entre ambos lugares de forma habitual para pasear y hacer ejercicio en Prospect Park, el pulmón de Brooklyn, su parque favorito, mientras se exige a los ciudadanos mesura en sus salidas y que no se hagan desplazamientos largos que no sean esenciales.
Tras la intervención policial, De Blasio acudió a Twitter para criticar ese tipo de concentraciones. «Algo absolutamente inaceptable ha ocurrido esta noche en Williamsburg: una reunión grande por un funeral en medio de esta pandemia», escribió. «Fui yo mismo para asegurarme de que se dispersaría a la gente», dijo en una afirmación extraña, como si la Policía no lo hubiera podido hacer por sí misma.
«Mi mensaje a la comunidad judía, y a todas las comunidades, es simple: el momento de las advertencias ha pasado», amenazó el alcalde, que dijo que ha ordenado a la policía que detenga o entregue citaciones judiciales a los infractores.
Los líderes hasídicos protestaron en Twitter y aseguraron que la concentración había sido permitida en un primer momento por las autoridades, algo que los portavoces de De Blasio negaron. Pero el alcalde recibió críticas por utilizar la mención a la «comunidad judía» en su mensaje.
Jonathan Greenblatt , el presidente de la Liga Anti-Difamación, una organización judía, le recriminó que «generalizar contra toda la población es indignante». El presidente del Congreso Mundial Judío, Ronald Lauder, criticó que «culpar a toda la comunidad judía es reforzar un estereotipo que es peligroso e inaceptable».
Noticias relacionadas