La alarmante vigilancia orwelliana del régimen cubano

Amnistia Internacional denuncia las restricciones de movimientos impuestas por la Seguridad del Estado a miembros del MSI y a artistas, activistas y periodistas independientes

Puede haber hasta cinco coches de policía apostados en la puerta del domicilio de unartista, periodista o activista independiente cubano, denuncia AI
Susana Gaviña

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«Es importante saber que voy a salir debido a que no he violado ninguna ley, todas sus hipótesis son dictatoriales, violadoras de derechos, violadoras de leyes. Yo voy a exigirle a los segurosos y a la policía mi derecho a movimiento (…) he estado todos estos días en mi casa pero ya me obstiné de estar dentro de mi casa que no es un calabozo». Esta declaración la hacia este martes el artista independiente, líder del Movimiento San Isidro (MSI), Luis Manuel Otero Alcántara . Lo hacía a través de las redes sociales antes de dejar su casa donde llevaba días acosado, sin poder salir por miedo a ser detenido nuevamente, como ha sucedido con otros compañeros. Y, como él esperaba, fue detenido y llevado a un lugar remoto, donde le advirtieron de que no siguiera atacando al régimen, y recibió «miles de amenazas. Y le dije [al agente de la Seguridad del Estado] que yo estaba listo para lo que fuera», relató después Otero Alcántara a través de las redes sociales, tras ser liberado.

Esta es la táctica que ha estado utilizando la Seguridad del Estado durante las últimas semanas para amedrentar a los miembros del MSI que tras una huelga de hambre para pedir la liberación de Denis Solís y que fue rota por la policía el 26 de noviembre, logró movilizar a cientos de artistas y simpatizantes dando lugar a lo que se conoce como el grupo del 27-N. Una coalición de artistas que ha reclamado ante el ministro de Cultura derechos como la libertad de expresión, de creación y el derecho a la libertad política . Tras sustituir a los artístas críticos por otros actores más afines al régimen, este comenzó una ola de represión, acoso y detenciones para neutralizar la movilización más importante que ha habido en los últimos años en la isla, que ha sido recogida por multitud de medios, dentro y fuera de Cuba, y ha estado en el foco de atención de la comunidad internacional.

No hay día en que las redes sociales no alerten sobre la detención de un artista, de un periodista independiente o un activista, o la denuncia de alguno de ellos, con vídeos y fotos, del acoso de coches de policía apostados a la puerta de sus casas, como ha expresado de manera reiterada la artista plástica Taniga Bruguera , una de las figuras más conocidas del 27-N, que ya ha sido detenida en tres ocasiones.

Arresto domiciliario

«Los miembros del Movimiento San Isidro, el grupo de artistas, académicos y otros pensadores alternativos cubanos que atrajeron la atención mundial al realizar una protesta poco común frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre, así como los periodistas independientes que cubren su historia, se encuentran en niveles alarmantes de vigilancia y se enfrentan a ser arrestados por la policía y los agentes de la Seguridad del Estado si abandonan sus casas, lo que equivale a arresto domiciliario», denunció este martes Amnistía Internacional, una de las ONGs que ha criticado el aumento de la represión.

«El inquietante nivel de restricciones al que se ven sometidos ahora activistas y periodistas independientes es como algo sacado de una novela de Orwell», afirma Erika Guevara-Rosas

«El inquietante nivel de restricciones al que se ven sometidos ahora activistas y periodistas independientes es como algo sacado de una novela de Orwell ambientada en las calles bordeadas de palmeras de La Habana. La presencia policial fuera de sus hogares y la constante amenaza de arresto es tan implacable que los activistas son esencialmente encarcelados en sus propios hogares», afirma Erika Guevara-Rosas , directora para las Américas de Amnistía Internacional, en un comunicado.

«La vigilancia y el acoso que estamos presenciando son inaceptables según el derecho internacional, ya que violan los derechos a la privacidad y en muchos casos constituye una privación de libertad, o al menos una restricción ilegal a la libertad de circulación . Continuaremos monitoreando esta alarmante situación», añade.

Según relata el texto, durante dos semanas los investigadores de Amnistía Internacional recopilaron testimonios de activistas que describían los detalles de la vigilancia policial fuera de sus hogares, el riesgo de arresto si intentaban irse y las restricciones impuestas sobre dónde pueden ir. Los investigadores de la organización y su Laboratorio de Evidencia de Crisis analizaron y verificaron la ubicación de fotos y videos que documentan esta vigilancia fuera de las casas de aproximadamente 11 activistas, algunos que viven con otros activistas.

Las fotos muestran uno o más coches de policía marcados estacionados en las esquinas de las calles fuera de las casas de los activistas

En la mayoría de los casos, las fotos muestran uno o más coches de policía marcados estacionados en las esquinas de las calles fuera de las casas de los activistas. En otros casos, «en las fotos aparecen personas vestidas de civil, que los activistas creen que también son agentes de Seguridad del Estado, a menudo en motocicletas», señala.

En las fotos recibidas de los activistas, entre el 1 y el 13 de diciembre, los investigadores de AI observaron 24 coches de policía marcados diferentes . «Varios activistas tenían al menos cinco vehículos policiales diferentes estacionados fuera de su casa durante ese mismo período».

Testimonios de las víctimas del acoso

Según la ONG, Ramos González y Luis Manuel Otero Alcántara, a quienes Amnistía Internacional nombró presos de conciencia tras el allanamiento de la sede de San Isidro en La Habana Vieja el 26 de noviembre, son solo dos de los activistas que tienen vigilancia casi permanente fuera de sus hogares.

Después de la redada, Anamely Ramos González , como la mayoría de los otros activistas en la sede, fue llevado a casa. Pero luego de que intentó salir nuevamente en la madrugada del 27 de noviembre, fue detenida arbitrariamente y vehículos alternos de la seguridad del estado la condujeron por La Habana y sus alrededores por más de 12 horas. Dijo a AI que siempre había cuatro funcionarios presentes, en su mayoría hombres. Finalmente la dejaron en una casa donde ahora se aloja con otro activista.

El 11 de diciembre, Anamely contó a AI que solo había podido salir de casa una vez en más de 10 días. «Realmente es muy incómodo… Registran a las personas que vienen, piden su identificación… Se han registrado los bolsillos… Te sientes aislado».

Según Luis Manuel Otero Alcántara, dice que ha tenido vigilancia permanente en las esquinas de las calles fuera de su casa desde que salió del Hospital y fue a su casa. El artista asegura que se ha colocado una nueva cámara de seguridad directamente frente a la puerta de su casa . «La cámara se mueve conmigo», dijo a Amnistía Internacional. «Si salgo, me arrestarán… El ochenta por ciento de mis amigos están bajo vigilancia».

Vigilancia permanente

Al 11 de diciembre, según información proporcionada a AI por el Movimiento San Isidro, y según información verificada por Amnistía Internacional, al menos seis activistas, entre ellos Anamely Ramos González, Omara Ruiz Urquiola, Maykel Castillo Pérez, Esteban Lázaro Rodríguez López, Niovel Alexander Tamayo y Osmel Adrián Rubió Santos han estado bajo vigilancia casi permanente durante casi dos semanas.

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