Un 2016 aún más duro para Tsipras: tendrá que seguir negociando con los acreedores
Dentro de pocos días comenzará también a prepararse el primer informe de los prestamistas sobre la situación del programa de reformas y ajustes
El primer ministro griego, Alexis Tsipras , ha comenzado el año con varias asignaturas pendientes: debe de seguir negociando y conseguir la aprobación e implementación de una serie de duras reformas con los acreedores del país (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Monetario Internacional).
Tanto Tsipras como su Gobierno , formado por su partido radical Syriza y el partido de los nacionalistas de extrema derecha Griegos Independientes, han comprendido que sin estas reformas el país no seguirá recibiendo el rescate de 86.000 millones de euros en tres años aprobado el mes de agosto pasado. Lo irónico del caso es que se trata de reformas necesarias y conocidas hace meses , las mismas que el hoy primer ministro heleno prometió no llevar a cabo cuando antes de su primera victoria electoral y durante las primeras semanas de su primer gobierno. En esos primeros meses denunciaba las medidas de austeridad de la troika que ahora se verá obligado a votar e implementar.
Dentro de pocos días comenzará también a prepararse el primer informe de los acreedores sobre la situación del programa de reformas y ajustes, que el primer ministro radical espera que muestre que Grecia cumple un 70% de las medidas fiscales y financieras exigidas. Ello permitiría poder evitar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, ya que Tsipras considera que supondría medidas muy duras imposibles de soportar por una población que sufre las consecuencias de una crisis de mas de seis años.
Reforma de las pensiones sin nuevos recortes
La primera asignatura pendiente es la reforma de las pensiones, algo que tanto su gobierno como su partido no querían afrontar hasta este verano. Ahora Tsipras ha declarado que si no se efectúa esta reforma « el gobierno no podría pagar las jubilaciones dentro de cinco años», un importante cambio de actitud hacia el realismo. El ejecutivo heleno estudia otras medidas que conseguirían ahorros y más ingresos para el estado, como solicitan los acreedores. En principio supondría medidas que representan 1.800 millones de euros en ahorro de gasto del estado, incluyendo recortes de las prestaciones y subidas de las cotizaciones, para convertir el actual sistema en sostenible sin reducir aun mas las pensiones principales y las complementarias.
Toda jubilación superior a los 1.000 euros en el 2010 se ha visto ya recortada entre un 35 y un 45 por ciento y todas las demás han sido también recortadas en un porcentaje inferior (eliminándose la paga extraordinaria para casi todos los jubilados). La media de jubilación griega no supera los 650 euros y los nuevos asegurados deberán trabajar hasta los 67 años para poder jubilarse con la pensión completa. Se han controlado también quienes cobraban pensiones sin derecho a ello (de personas fallecidas) y de quienes cobraban pensiones de invalidez sin ser inválidos: todos ellos deberán devolverlas al estado siempre que sea posible. Pero el problema es que existían muchas cajas de pensiones además de la Seguridad Social, la mayoría deficitarias y necesitadas de una contribución mensual del estado para pagar a sus jubilados. Ahora se espera conseguir el aumento de un 1% de la contribución por parte de los patronos y un 0,5% por parte de los asegurados. Algo que los acreedores consideran difícil de aplicar, dado que tendría un impacto económico para todas las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas que luchan cada mes por no cerrar. El gobierno estudia aplicar ahora un impuesto sobre transacciones bancarias para ayudar a conseguir los 600 millones de euros que esperan los acreedores este año de los recortes de pensiones.
Se espera que el nuevo proyecto de ley sobre las pensiones se votará antes del 15 de Enero, para que nada mas ser aprobado pueda efectuarse la primera revisión de las medidas impuestas por el tercer rescate y comenzar la negociación sobre el alivio de la deuda griega. Para su aprobación se necesita al menos el voto de 151 diputados y la coalición gubernamental cuenta unidamente con 153 votos ahora.
El alivio de la deuda pública
El alivio o posible recorte de la deuda griega es otra de las pesadillas del primer ministro. El gobierno espera que tras la revisión de los acreedores y la negociación sobre los temas pendientes se comience a dialogar sobre el recorte o bien el que se aplace aun mas en el tiempo el pago de la deuda griega. Según las previsiones del Banco de Grecia los intereses sobre dicha deuda aumentarán desde el 2% del PIB hasta el 2021 hasta el 8 % en el 2022, manteniéndose en el 4% hasta pasado el 2040.
Las hipotecas y los desahucios
Otra importante asignatura pendiente es la gestión de la cartera de deudas morosas de los bancos, es decir de las hipotecas impagadas que podría llevar a los desahucios de las primeras residencias, hasta ahora evitados por una moratoria . Se especula sobre la posibilidad de que dicha cartera de deudas morosas se venda a empresas privadas (“fondos buitre”) para los créditos impagados de PYMES, consumidores y de hipotecas de viviendas principales no protegidas por la ley.
El control de capitales
Tsipras ha declarado que espera que el control de capitales termine este mes de marzo y que Grecia pueda volver a tener acceso a los mercados internacionales a finales de este año. Finalmente los cuatro bancos intervenidos (el Banco Nacional de Grecia, el Banco del Pireo, Alpha Bank y Eurobank) han conseguido ser recapitalizados con menos problemas de los esperados y se recoge un aumento de confianza en el sector bancario. Ello lleva al gobierno a pensar que el desarrollo económico comenzará de nuevo pronto.
Las privatizaciones que no acaban de despegar
Las privatizaciones están siendo lentas y complicadas. Ya se ha aprobado la de los 14 aeropuertos regionales ( que incluyen muchas islas turísticas como Corfu, Rodas, Mikonos y Santorini) que serán administradas durante 40 años por Fraport, el aeropuerto de Frankfurt, por 1.230 mil millones. Y también se espera la semana que viene la aprobación de la privatización del puerto del Pireo a la compañía china COSCO, que ya opera dos terminales de contenedores desde el 2009. Se espera tambien que este año se privaticen el puerto de Tesalónica y los ferrocarriles griegos (TRAINOSE), una compañía altamente deficitaria, mal gestionada y subvencionada por el estado desde hace décadas, existiendo interés de norteamericanos, rusos y franceses.
Otro de los mayores problemas del actual gobierno es el de las inversiones: sin ellas no habrá creación de nuevo empleo ni aumento de la actividad económica ahora que han subido los impuestos tanto de particulares como de empresas. Los inversores, tanto griegos como extranjeros tienen miedo de la inestabilidad política, de los posibles cambios en las leyes laborales y del marco fiscal que cambia de año en año y ven que todavía no se ha levantado el control de capitales, impuesto el 29 de Junio, que Tsipras había prometido que iba a durar pocas semanas después.
Y ha sido el Gobernador del Banco de Grecia, Yanis Sturnáras (que fué Ministro de Finanzas entre el 2012 y el 2014) el que ha dado la voz de alarma: «Un fallo potencial en completar la revisión (de los acreedores) tendría un efecto desestabilizante que traería de nuevo a la mente la experiencia negativa del primer semestre del 2015».
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