Alcohólico y maltratador: este es el rostro (y la terrible vida) del jugador de hockey más temido de la historia

Decían que era «el mejor portero de todos los tiempos», pero Terry Sawchuk recibió 400 puntos de sutura en su cara (tres de ellos en el mismo ojo) a lo largo de sus 21 años de carrera. Parecía el mismo Frankenstein cuando decidió empezar a usar máscara en 1962

Imagen de Terry Sawchuk que la revista «Life» publicó en 1966

Israel Viana

Desde que cumplió 22 años, Terry Sawchuk era calificado en los medios de comunicación como «el mejor portero de hockey de todos los tiempos». Una distinción que resultaba difícil de creer cuando los estadounidenses vieron su machacado rostro en el retrato que la revista « Life » publicó en su portada en 1966. ¿Cómo podía ese hombre ser el mejor habiendo sufrido tanto? ¿Qué había salido mal en el terreno de juego para que el guardameta más infalible recibiera tantas lesiones? ¿Había parado todos los disparos a portería con el rostro descubierto?

Cuando se publicó su imagen y el reportaje –con el título de «El portero es el mejor de todos los tiempos» (« The Goalie is the Goat »)– hacía solo cuatro años que Sawchuk había decidido usar máscara en los partidos y aún conservaba visibles las heridas de la batalla. La protección se había impuesto, además, solo siete antes, en 1959. En ese momento, este guardameta nacido en la ciudad de Winnipeg (Canadá), en 1929, llevaba ya 15 años como profesional y una década en la primera división americana de hockey sobre hielo ( NHL ), lo que significa que recibió muchos impactos con el « puck », la pastilla de caucho vulcanizado y 170 gramos de peso con la que se juega, durante gran parte de su vida.

«Esta cara pertenece a Terry Sawchuk, un portero de 36 años de los Toronto Maple Leafs –podía leerse en el mencionado reportaje de 1966–. Resaltadas por un maquillador profesional con la ayuda de un médico, en la imagen pueden verse algunos de los más de 400 puntos puntos de sutura que el portero se ha ganado durante sus 16 años en la NHL. Sawchuk ha sufrido, también, otras lesiones que no se muestran aquí: un globo ocular recortado que requirió tres puntos de sutura, la pérdida del 70% de movilidad en su brazo derecho debido a los 60 fragmentos de hueso que le quitaron de su codo y un permanente temblor en el cuerpo causado por una continua inclinación en su postura de juego».

La impactante imagen de Sawchuk

El artículo trataba de poner rostro humano a este «violento» deporte, como es calificado cada vez que la televisión emite escenas de peleas entre los jugadores ante la pasividad de los árbitros, mostrando la impactante fotografía del cuerpo de Sawchuk. En ella, Sawchuck aparece como si fuera una versión real y moderna del mismísimo Frankenstein, pero según se contó después, el maquillador profesional de «Life» ni siquiera tuvo suficiente espacio en su cara para señalar todas las cicatrices que le había dejado el hockey.

No hay que olvidar que el puck de 170 gramos puede alcanzar hasta 160 kilómetro por hora de velocidad cuando es golpeado por el stick, por lo que es fácil imaginarse las lesiones que podía provocar en el rostro de Terry Sawchuk y los otros porteros. De hecho, la revista contaba que, «el año anterior, los partidos tuvieron que ser interrumpidos con mucha frecuencia para realizar tantas operaciones quirúrgicas, que la liga tuvo que aprobar una nueva regla según la cual todos los equipos estaban obligados a tener un portero de recambio». «Esta sangrienta experiencia ha creado un tipo especial de hombre, mitad soldado mitad saco de boxeo, y no es de extrañar que sufra problemas de salud especiales», añadía.

A Sawchuk, todos estos problemas no le impidieron tener una de la carrera más larga y brillantes de la historia del hockey sobre hielo. Fue cuatro veces ganador de la Copa Stanley, el trofeo que se entrega al campeón de la NHL; ganó cuatro trofeos Vezina, que designa al mejor portero de la liga según la votación de los directores generales y deportivos de los equipos; fue seleccionado 11 veces para el All Star, durante su estancia en los cinco equipos que jugó entre 1949 y 1970, y fue admitido en el Hockey Hall of Fame un año después de retirarse.

Apendicitis y un pulmón colapsado

Pero ni el famoso retrato en la revista «Life» ni todos estos premios contaban la otra historia del jugador. Por ejemplo, el hecho de que, durante su adolescencia, se dislocara el codo jugando al rugby y decidiera no contárselo a sus padres para evitar que estos tomaran medidas con respecto a sus actividades deportivas. La falta de atención médica hizo que su brazo derecho se quedara torcido y más corto que el izquierdo, lo que le provocó un dolor muy fuerte el resto de su vida. Esto hizo que se mostrara distante, callado y habitualmente enojado con sus compañeros de equipo, hasta el punto de sufrir en silencio ansiedad y una fuerte depresión durante años.

Por miedo a perder su trabajo como jugador de hockey –en una época en la que no había tantas garantías contractuales como hoy en el deporte profesional–, sufrió también en silencio muchos otros problemas físicos y de salud, tales como apendicitis de la que fue operado en secreto, un pulmón colapsado, graves problemas en las manos, fracturas en el pie y una cantidad infinita de cortes que jamás dejó cicatrizar en condiciones para no perderse partidos. A esto hay que sumar un estilo de juego tendente a agacharse demasiado y en una mala posición, hasta el punto de provocarle problemas en la columna vertebral, lo que le impedía dormir más de dos o tres horas seguidas.

Esto fue demasiado para Sawchuk, que comenzó a abusar de la bebida hasta convertirse en alcohólico. Su vida fuera del hielo fue, por lo general, un continuo cúmulo de polémicas. Según los informes policiales, fue un maltratador. Su mujer acabó divorciándose y abandonado el hogar con sus hijos. Antes, el deportista ya había dejado embarazada a otra mujer durante su matrimonio. Desde ese momento, todo fue de mal en peor, hasta el punto de convertirse, tanto dentro como fuera del campo, en uno de los jugadores más temidos de la liga más importante del mundo de hockey sobre hielo.

Todo se acabó en 1970, cuando aquel comportamiento violento desembocó en una pelea de borrachos con un compañero de equipo en los New York Rangers : Ron Stewart. Sawchuk resultó gravemente herido, pero nunca culpó a este, manifestando incluso que había sido un estúpido accidente provocado por una factura telefónica que compartían. Sin embargo, murió días después en el hospital debido a las lesiones internas que le habían provocado la pelea. Le operaron y le extirparon la vesícula biliar, pero no pudieron detener la hemorragia en su hígado. Tenía 40 años.

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