Venta Melchor, una olla de verdades
Sin duda, nos encontramos con una de las referencias culinarias de Conil de la Frontera . Situada en la barriada del Colorado , esta venta, abierta desde el año 1960, se ha convertido en uno de los restaurantes referentes de la provincia y de la cocina tradicional, actualizada .
Como dice en su fachada: “una olla de verdades” . Verdad en el producto y en el tratamiento de los mismos, con una selección muy cuidada que busca en las cercanías de las ricas huertas de la zona, así como los pescados de la misma lonja de Conil y de sus almadrabas .
Esta venta ha tenido una profunda actualización en su decoración, dándole una imagen más moderna y cuidada , con el blanco y la luz como elementos que han primado en esta nueva adaptación del local.
Al frente de la cocina Petri Benitez, una de las mejores cocineras de la provincia que rescata recetas tradicionales y las pasa por su filtro: borda los atunes, los calamares y los platos de cuchara.
Al mando de la sala Juan Carlos Almazo, marido de Petri y que recogió el testigo de sus padres que regentaron la venta a partir de 1987, donde se hizo cargo junto con Petri.
Para comer comenzamos con una rica ensalada de remolacha .
Seguimos con un sabroso tartar de atún rojo con crujientes de algas de estero, plato muy equilibrado con el sabor y crujiente que le aporta el alga.
Nos sorprendió Petri, con unas sabrosas tortillas de sargo, al estilo de las de camarones , muy ricas.
Nos quedamos con las ganas de volver a comer los garbanzos de Naveros con Rabo de Ternera Retinta , que se les había acabado, pero si van no duden en pedirlo .
Los calamares rellenos de marisco al Arrumbao , (el arrumbao es un vino cream viejo de la bodega Manuel Aragón), un plato al que acompañan de unas ricas patatas fritas, y que es toda una delicia.
Como también lo fue esta lubina salvaje con tomate frito , un tomate frito casero que Petri lo borda.
Ya de postre un flan de pistacho y una tarta de queso fresco del Gazul con confitura de fresas de Conil .
Buena carta de vinos, con buena presencia de vinos andaluces, como este Fino Granero y el tinto Tesalia .
Sin lugar a dudas uno de los sitios imprescindible si queremos conocer y probar la riqueza de la huerta y del mar gaditano . Y estar muy atentos a las diversas jornadas que, atendiendo la estacionalidad, van realizando: caza, calamares de potera, cuchara, huerta, etc.
A mejorar, aspecto del servicio, sobretodo los fines de semana, donde el lleno es absoluto y se echa de menos un refuerzo importante del equipo y un poco más de rapidez.