Cuando se haga el balance de este Giro de Italia, el 31 de mayo, o quizás antes, las tres etapas que han tenido por escenario el territiorio irlandés serán un recuerdo que habrá dejado secuelas importantes en la prueba. Secuelas no sólo importantes de tiempo, las que arrojó la contrarreloj, sino de desgaste físico, de esos movimientos importantes que sacuden el cuerpo de un ciclista cuando el frío, la lluvia y el viento fustigan al pelotón sin piedad.
No se pueden decir, frente al primer día de descanso, que nadie haya perdido lam prueba, pero sí que muchos salen de tierras irlandesa con un tara física importante en forma de tiempo perdido gracias a la contrarreloj. Tiempo, riesgos de enfermedades y tensión, tres argumentos que no sólo no gustan a los ciclistas sino que terminan por hacerles mucho daño. El ejemplo más claro de todas esas circunstancias es el ‘Purito’ Rodríguez, el más perjudicado de todos los favoritos, el que más tiempo ha perdido. Comenzará en territorio italiano con un lastre importante que más que dar ventajas a sus rivales les sirve como argumento moral para pensar que tienen sus opciones.
Mientras los favoritos se esconden lo que pueden de caídas y otras percances, Marcel Kittel sigue a lo suyo, a ganar etapas, a hacer historia en el Giro de Italia. El ‘tanque’ alemán es hoy en día el hombre más rápido del mundo. Marc Cavendish tiene un grano importante, un portento físico que le complicará mucho las cosas allí donde corra.
Hubo de nuevo caídas en la tercera etapa de la prueba, en la que se vieron implicados corredores como Gasparotto, Scarponi o Cunego, hombres importantes, pero que no deben ser decisivos en los momentos cumbre de la prueba. La etapa fue de nuevo un lamento para los ciclistas, que aborrecen esas condiciones meteorológicas, a la espera de la primera montaña de la prueba, en la que quizá el tiempo tampoco favorezca los ciclistas.
No lo tuvo fácil Kittel para ganar. Él mismo explicaba cómo fue la llegada: «Después de la última curva perdí la rueda de mis oponentes, pensé que no tenía nada que perder y he ido con todo». Tuvo que remontar a cinco corredores en los últimos cien metros. Los que se quedaron helados, más de lo que estaban, fueron Swify y Viviani, que vieron como Kittel llegaba lanzado y estaban ya sin argumentos, y sin fuerzas, para superarle. Kittel es el primer corredor en la historia del Giro que logra vencer en las dos primeras llegadas masivas del Giro desde 2009, cuando lo consiguió Alessandro Petacchi. Si gana el martes igualaría al australiano Robbie McEwen, que en hace ocho años, en 2006, consiguió imponerse en las tres primeras llegadas masivas del Giro.
Kittel, que este domingo ha cumplido 26 años, batió en la meta al británico Ben Swift, que se acercó al alemán en los últimos metros, y al italiano Elia Viviani. El italiano Davide Appolloni finalizó cuarto, por delante del velocista francés Nacer Bouhanni.
Kittel, que logra su sexto triunfo de la temporada, protagonizó un excelente sprint desde el flanco derecho en los últimos 150 metros, imponiéndose a sus adversarios por una rueda.
Extenuado por el esfuerzo, necesitó de unos segundos en la meta antes de estar disponible para recibir las felicitaciones. Su triunfo supone el 25º alemán en el Giro desde su creación en 1909. En la tercera jornada y última fuera de Italia, 187 kilómetros entre Armagh (Irlanda del Norte) y Dublín, cinco ciclistas (Godoy, Tjallingii, Rubiano, Dockx y Cecchinel) iniciaron una escapada en el primer tramo.
El pelotón, alterado por varias caídas colectivas, finalizó con la fuga a siete kilómetros de la meta para que los equipos con los mejores velocistas prepararan la llegada masiva.
La carrera tendrá el lunes una jornada de descanso, en la que la caravana se desplazará hasta Bari (sur de Italia), donde el martes finalizará la cuarta etapa, un recorrido de 112 kilómetros que comienza en Giovinazzo.