El británico Mark Cavendish (Omega Pharma) ganó al esprín la sexta etapa del Giro de Italia, este jueves en Margherita Di Savoia (sur), mientras que el italiano Luca Paolini, del equipo Katusha, conservó el liderato en la clasificación general. Para Cavendish es su segundo triunfo de etapa en lo que va de Giro 2013, ya que fue el ganador de la primera, el sábado en Nápoles también en una llegada al 'sprínt'.
"Estoy feliz, todo ha ido a la perfección. El equipo se ha comportado perfectamente, se ha entregado totalmente y he podido aprovecharlo", comentó 'Cav' tras su victoria. "Para nuestro grupo era un día especial. Fue la mejor manera de recordar a Wouter. Le echamos de menos", apuntó, en alusión al ciclista belga Wouter Weylandt, que corrió en el Omega Pharma y que murió tras una caída en el Giro-2011.
En la llegada a Margherita Di Savoia, el corredor británico superó en el podio del día al italiano Elia Viviani, que ya fue segundo tras Cavendish en la primera etapa, y al australiano Matt Goss, que acabó en tercer puesto. "En Nápoles (en la primera etapa) estuve más cerca. Hoy, Mark fue sin duda el mejor. Estaba un escalón por encima del resto. Seguí su rueda e intenté pasarle, pero su progresión fue increíble. No había manera de conseguirlo", admitió Viviani. El cuarto lugar del día fue para el campeón de Francia, Nacer Bouhanni, al término de una etapa de 169 kilómetros.
Una caída de un grupo cortó el pelotón en el primer paso por la línea de llegada, a 33 kilómetros para el final definitivo de la etapa. El primer pelotón bajó el ritmo para esperar a los ciclistas retrasados, entre los cuales estaban el británico Bradley Wiggins y el italiano Vicenzo Nibali. La unión tuvo lugar a 22 kilómetros del final y ninguno de los ataques tuvo éxito, por lo que se llegó en grupo al desenlace.
Cavendish, nacido hace 27 años en la isla de Man, consigue así su novena victoria de la temporada y su segunda desde el inicio del Giro. El campeón mundial de 2011 cuenta ya con doce victorias de etapa en sus participaciones en el Giro y con 36 en las tres grandes vueltas por etapas.
El liderato de Paolini no estuvo en peligro en esta etapa de transición, disputada en un día soleado en la costa, a orillas del mar Adriático, hasta llegar a las mayores salinas de Europa, en Margherita de Savoia. El italiano tiene intención de mantener su 'maglia rosa' hasta la contrarreloj de Saltara, el sábado, y tuvo un gesto de juego limpio al pedir al primer pelotón que ralentizara el ritmo después de la caída.
El viernes, la séptima etapa, de 177 kilómetros entre Marina Di San Salvo y Pescara, para llegar a la ciudad del poeta Gabriele D'Annunzio y también del ciclista Danilo Di Luca, que estuvo cerca de la victoria el miércoles en Calabria. Esa etapa incluirá cuatro ascensiones, cortas pero con fuertes pendientes, la última de ellas situada a 7,4 kilómetros de la meta. En principio parece una etapa propicia para Nibali, uno de los favoritos a la victoria final.