No se cortan, no
Kim Kardashian, Pete Davidson y los chupetones de la vergüenza
La parejita del momento disfrutó de una cena romántica en Santa Mónica
Una marca en el cuello dejó constancia de que están desatados
La historia de amor más bizarra de las que llevamos en los últimos meses tiene un episodio de pasión… y succión. Kim Kardashian y Pete Davidson, que se conocieron y enamoraron cuando la primera visitó el plató de Saturday Night Live, salieron el otro día y descubrimos que a Kim le va eso de hacer chupetones.
Los vimos yendo a cenar a Giorgio Baldi, un restaurante italiano de Santa Monica (¿qué tienen los italianos que son los restaurantes ideales para citas de amor?) en que pasaron una velada romántica. Un poco, creemos, para reponer fuerzas. Porque ojo al cuello de Pete:
A ver, por si no lo habéis visto bien:
La distancia refuerza la pasión
Y claro, la imaginación se nos desborda. Porque con lo que mide el cómico (1,90 m) y Kim (poco más de 1,50), ese chupetón se ha producido en horizontal.
Esto de atravesar el país para ver a tu amada es lo que tiene: que a poco que te despistas la pasión deja huellas. No sabemos qué le parecerá a Davidson lo de llegar marcado por el amor al plató, pero bueno, por fortuna en televisión el maquillaje hace milagros.
Un amor salido (ja, ja) de la ficción
La historia entre Kim y Pete se fraguó en el mencionado plató de SNL. De hecho, ambos protagonizaron un sketch en el que Kim daba vida a Jasmine y Pete, a Aladdín. Y ese piquito en los labios surgido en la mente de unos guionistas ha pasado a ser un chupetón en el cuello… y de los gordos.
¿Cuánto durará esta historia? No lo sabemos. Tanto la Kardashian como, sobre todo, Davidson, han forjado su historia amorosa a golpe de cambio de pareja. Aunque quizá lo suyo sea sólido y para siempre. Habrá que esperar.