El reencuentro entre Guillermo y Harry frente a la estatua de Diana de Gales

Los hermanos participaron en el homenaje a su madre en su 60 cumpleaños

Guillermo y Harry junto a la estatua de su madre GTRES

Ivannia Salazar

Diana de Gales habría cumplido 60 años este 1 de julio. Para rendirle homenaje, sus hijos, los Príncipes Guillermo y Harry, desvelaron una estatua suya en el Sunken Garden del Palacio de Kensington, creado en 1908 por el rey Eduardo VII y que en vida fue uno de los lugares favoritos de la ‘princesa del pueblo’, que falleció en el Túnel del Alma de París en agosto de 1997, a los 36 años. Sus hijos tenían 15 y 12 años cuando los paparazzi persiguieron el coche en que viajaba hasta provocar el accidente en el que perdió la vida junto a su pareja, Dodi Al-Fayed y el conductor del automóvil, Henri Paul.

La inauguración de la escultura de bronce, que reunió a los Príncipes, enemistados desde hace tiempo, por primera vez desde el funeral de su abuelo el duque de Edimburgo el pasado abril, tuvo lugar en un pequeño evento familiar al que acudió el hermano de Diana, Carlos Conde de Spencer , Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes, además del comité a cargo de la creación del monumento, compuesto por el escultor Ian Rank-Broadley, el diseñador de jardines Pip Morrison y el presidente de los Palacios Reales Históricos, Rupert Gavin.

«Hoy, en lo que habría sido el cumpleaños número 60 de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor», declararon Guillermo y Harry en un comunicado conjunto, en el que añadieron que «todos los días deseamos que todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado». Ambos aprovecharon para dar las gracias a «todos aquellos en todo el mundo que mantienen viva la memoria de nuestra madre». El escultor Ian Rank-Broadley aseveró por su parte que «Diana, la princesa de Gales, fue un ícono que tocó la vida de personas de todo el mundo» y explicó que con esta obra de arte «queríamos capturar su calidez y humanidad» y al mismo tiempo mostrar «el impacto que tuvo a lo largo de las generaciones».

Para conmemorar el vigésimo aniversario de la muerte de Diana en el 2017, el jardín pasó a llamarse temporalmente El jardín blanco y fue plantado con miles de flores de este color.

Ahora, además de la estatua, cinco jardineros han dedicado más de mil horas a plantar cuatro mil plantas en este espacio inspirado en el Pond Garden de estilo holandés del siglo XVII que está Hampton Court Palace, al este de Londres, aunque ahora tiene un diseño hecho para que sea un entorno «más tranquilo» en el que los visitantes puedan ‘reflexionar’.

Guerra de hermanos

La esperanza de gran parte de la ciudadanía británica así como de la prensa y hasta de los políticos, es que los primeros en hacerlo sean precisamente los hermanos, que podrían aprovechar la ocasión para reconciliarse de los enfrentamientos que se han recrudecido en los últimos meses debido a las explosivas declaraciones de Harry y su esposa Meghan Markle sobre su vida como royals y en la que también salió a cuento un lamentable episodio en el que según Markle, Catalina de Cambridge la hizo llorar. No obstante, ni la memoria de la fallecida parece limar las asperezas. Según Robert Layce, autor del libro ‘Battle of Brothers’ (Guerra de hermanos), la última vez que se vieron no tardaron en «lanzarse uno al cuello del otro» una vez que las cámaras que transmitían las exequias del marido de la Reina II se apagaron. Pero Arthur Edwards, fotógrafo real del diario The Sun durante más de 45 años, cree que si este momento tan emotivo «no rompe el hielo entre ellos, nada lo hará». «Esta es su madre, la persona a la que aman más que a nadie en el mundo…», dijo.

La inauguración de la escultura de bronce, que reunió a los príncipes, enemistados desde hace tiempo, por primera vez desde el funeral de su abuelo el duque de Edimburgo el pasado abril, tuvo lugar en un pequeño evento familiar al que acudió el hermano de Diana, Carlos Conde de Spencer, Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes, además del comité a cargo de la creación del monumento, compuesto por el escultor Ian Rank-Broadley, el diseñador de jardines Pip Morrison y el Presidente de los Palacios Reales Históricos, Rupert Gavin .

«Hoy, en lo que habría sido el cumpleaños número 60 de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor», declararon Guillermo y Harry en un comunicado conjunto, en el que añadieron que “todos los días deseamos que todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado». Ambos aprovecharon para dar las gracias a «todos aquellos en todo el mundo que mantienen viva la memoria de nuestra madre». El escultor, Ian Rank-Broadley aseveró por su parte que «Diana, la princesa de Gales, fue un ícono que tocó la vida de personas de todo el mundo, por lo que ha sido un privilegio trabajar junto al príncipe Guillermo y al príncipe Harry en esta estatua que conmemora su vida» y explicó que con esta obra de arte «queríamos capturar su calidez y humanidad» y al mismo tiempo mostrar «el impacto que tuvo a lo largo de las generaciones».

Para conmemorar el vigésimo aniversario de la muerte de Diana en el 2017, el jardín pasó a llamarse temporalmente «El jardín blanco» y fue plantado con miles de flores de este color. Ahora, además de la estatua, cinco jardineros han dedicado más de mil horas a plantar cuatro mil plantas en este espacio inspirado en el Pond Garden de estilo holandés del siglo XVII que está Hampton Court Palace, al este de Londres, aunque ahora tiene un diseño hecho para que sea un entorno «más tranquilo» en el que los visitantes puedan «reflexionar». La esperanza de gran parte de la ciudadanía británica así como de la prensa y hasta de los políticos, es que los primeros en hacerlo sean precisamente los hermanos, que podrían aprovechar la ocasión para reconciliarse de los enfrentamientos que se han recrudecido en los últimos meses debido a las explosivas declaraciones de Harry y su esposa Meghan Markle sobre su vida como «royals» y en la que también salió a cuento un lamentable episodio en el que según Markle, Catalina de Cambridge la hizo llorar. No obstante, ni la memoria de la fallecida parece limar las asperezas. Según Robert Layce, autor del libro 'Battle of Brothers' (Guerra de hermanos), la última vez que se vieron no tardaron en «lanzarse uno al cuello del otro» una vez que las cámaras que transmitían las exequias del marido de la Reina II se apagaron. Pero Arthur Edwards , fotógrafo real del diario The Sun durante más de 45 años, cree que si este momento tan emotivo «no rompe el hielo entre ellos, nada lo hará». «Esta es su madre, la persona a la que aman más que a nadie en el mundo…», dijo.

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