Putin podría ser padre de nuevo en mitad de la guerra

Alina Kabaeva , de 38 años, revolucionó la gimnasia rítmica en Rusia y se convirtió en toda una referencia para varias generaciones. Su talento sobre el tapiz no solo conquistó el corazón del pueblo ruso sino el de su líder, Vladímir Putin , de 69 años. A pesar de que el Kremlin nunca ha confirmado ni desmentido el noviazgo, la relación lleva siendo durante años un secreto a voces y la prensa no tiene dudas de que el presidente comparte su vida desde hace décadas con esta bella mujer madre de sus hijos pequeños, dos niñas gemelas de 7 años, que nacieron cerca de Lugano, Suiza en febrero de 2015. Distintas fuentes afirman que tendría otro hijo nacido en Moscú en 2019 con el mismo especialista que voló a Rusia para el nacimiento, según una investigación del periódico suizo 'Sonntagszeitung'.

Ahora, en plena guerra en Ucrania, el canal de noticias ruso 'General SVR Telegram', que aseguran está dirigido por un ex oficial de Inteligencia del Kremlin, ha soltado la bomba: Alina estaría embarazada nuevamente: «Putin descubrió que su amante está nuevamente embarazada, y por lo que parece, no fue algo planeado», según informa 'Daily Mail'.

La vida privada del líder ruso es todo un misterio por el férreo secretismo impuesto alrededor del mismo. «Tengo una vida privada en la que no permito interferencias. Hay que respetarlo», aseguró Putin en una ocasión.

El líder ruso anunció el divorcio con su primera mujer, Liudmila Pútina , en junio de 2013, tras 30 años de matrimonio y dos hijas en común, María, de 36 años, y Katerina, de 35. Aparecieron juntos para dar la noticia en el descanso de un espectáculo de ballet en el Palacio de Congresos del Kremlin y aseguraron que lo hacían de muto acuerdo y de forma amigable. Lo cierto es que desde hacía cinco años no cesaban los chismorreos sobre el supuesto romance de Putin con Kabáyeva, que es 31 años más joven que él.

El periódico «Moskovski Korrespondent» lanzó la noticia de aquella relación y, qué casualidad, tuvo que cerrar poco después debido a problemas financieros. Pero los rumores continuaron. En septiembre de 2013, semanas después de que todo el mundo supiera que el presidente ruso había comenzado los trámites para separarse de Liudmila, la prensa rusa volvió a la carga con nuevas revelaciones sobre su relación con Alina Kabaeva. Esta vez aseguraron nada menos que la parejita se había casado en secreto, en una iglesia del monasterio de Iversk, cercano a Valdái (región de Nóvgorod). El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, lo negó rotundamente.

Mientras tanto, Liudmila se casaba con el magnate ruso, Artur Ocheretni , dueño de varios negocios inmobiliarios, de una editorial y accionista del gigante energético Gazprom. Dirige además una Fundación para el desarrollo de la comunicación. Ocheretni es 20 años más joven que la exesposa de Putin y entre sus activos se encuentra también una fulgurante mansión de 450 metros cuadrados y 5.000 de terreno en Biarritz, a orillas del Golfo de Vizcaya.