El contrato matrimonial que obliga a Charlene a quedarse en Mónaco

Charlene de Mónaco elegía el Domingo de Resurrección para reaparecer en público con un precioso posado familiar . Tras meses de recuperación por una infección grave en oídos, nariz y garganta, por la que tuvo que ser operada en hasta tres ocasiones en su tierra natal Sudáfrica y más tarde ingresar en una clínica en Zurich, la mujer del Príncipe Alberto II parecía que recuperaba la sonrisa en un especial posado familiar con su marido y sus hijos, Jacques y Gabriella, de siete años. Días después Charlene regresaba a la escena pública de lo más sonriente y acompañada por su marido, Alberto de Mónaco, y sus hijos.

Lo que parecía un regreso tranquilo tras meses turbulentos podría ocultar un contrato que la Princesa debería cumplir. Tal y como publica la revista francesa 'Voici', la esposa del soberano no habría vuelto a cualquier precio . La publicación afirma que Charlene habría hecho firmar a su marido un contrato ultraconfidencial y entre las condiciones para representar al Principado se le pagaría «12 millones de euros al año». Eso sí, si la mujer de Alberto II quiere establecerse de forma privada en Suiza, sus hijos, los gemelos Jacques y Gabriella se quedarían en Mónaco donde seguiría acudiendo al colegio.

El 9 de febrero de 2021 Charlene y Alberto II de Mónaco acudían juntos a la inauguración del Torneo de Rugby Mónaco Sevens en el estadio Luis II del Principado, previo a los Juegos Olímpicos de Tokio. Era la última vez que la Princesa era vista en público cumpliendo sus compromisos oficiales. En marzo viajaba a Sudáfrica en una misión contra la caza furtiva de rinocerontes. Problemas de salud alargaron el viaje más de lo previsto. Seis meses en los que la mujer de Alberto de Mónaco estuvo separada de su marido y sus dos hijos, Jacques y Gabriella (6 años) por una infección grave en oídos, nariz y garganta por la que tuvo que ser operada en hasta tres ocasiones.

El 8 de noviembre, con la llegada a Mónaco de la Princesa parecía que todo empezaba a solucionarse. Visiblemente delgada y sin desprenderse de su mascarilla ni para la foto oficial, las consecuencias de las tres operaciones se hacían visibles. Días más tarde, el 16 de noviembre, el palacio de los Grimaldi emitía un comunicado en el que se anunciaba que los problemas de salud de Charlene la incorporarse a sus obligaciones oficiales: «La Princesa sufre fatiga general profunda y necesita un período de calma y descanso» y añadía «para proteger la comodidad y la privacidad esenciales para su recuperación, la ubicación de la Princesa seguirá siendo estrictamente confidencial». Días más tarde se conocía que Charlene había ingresado en la clínica Paracelsus Recovery especializada en adicciones y problemas de salud mental en Zúrich para reponerse sobre una dolencia que «no era solo física».

El 12 de marzo la Casa Real de Mónaco daba la buena noticia del regreso de Charlene al Principado después de 4 meses ingresada en la clínica de los Alpes. En un breve comunicado se aseguraba que «como resultado de la alentadora recuperación de la Princesa Charlene y la aprobación de sus médicos, Sus Altezas se complacen en anunciar que la Princesa continuará ahora su convalecencia en el Principado, con su esposo e hijos a su lado». Toda hacía preveer que la mujer de Alberto de Mónaco podría estar junto a su familia, sin embargo, tal y como publica 'Gala', la Princesa no ha vuelto a los apartamentos privados del palacio Grimaldi. Alberto II ya había anunciado que Charlene todavía necesitaba calma y ponerse físicamente en forma y lo hacía en un marco idílico, en Roc Agel, el palacio de verano de la familia principesca ubicado en la ciudad de Peille y con vistas al Principado.