El día que Isabel Preysler rechazó a Luis Lorenzo

Isabel Preysler debutó como presentadora de televisión el sábado 16 de mayo de 1998. Su programa, ‘Hoy en casa’, fue un fracaso de audiencia y recibió duras críticas que la ‘reina de corazones’ asumió con elegancia: «No soy nada natural ante las cámaras, no lo puedo remediar», «Algunos periodistas me han tachado de gélida y artificial. No tengo más remedio que darles la razón», «Sé que no sirvo para presentadora», fueron algunas de las respuestas con las que no evadió su responsabilidad ante el fiasco. Pero Isabel Preysler había tenido la oportunidad de debutar años antes con otro formato, un magacín al estilo ‘Lo + Plus’, con actualidad, reportajes y entrevistas. El decorado, una gran mesa con Isabel sentada en medio, acompañada de dos copresentadores, Luis Lorenzo y quien escribe estas líneas tras abrir el baúl de los recuerdos.

Para convencer a Isabel de firmar el proyecto, la idea era grabar un programa piloto en el que ambos diéramos paso a distintas secciones e imaginábamos las reacciones de Isabel Preysler. Cuando me llamaron, recuerdo que me reconocieron las dudas que ella tenía con respecto a sí misma y a su papel en el espacio, de ahí en que se me insistiera en la necesidad de ‘arropar’ a la presentadora en cada momento, de jugar a interactuar entre nosotros dos para servirle a ella cada paso a vídeo. Aunque lo lógico hubiera sido grabar con ella, la productora decidió probar primero con los copresentadores. En cierto modo, aquello era un casting y una suerte de ‘teaser’ (adelanto en vídeo del formato) por el mismo precio.

Tanto Luis como yo tenemos un hoyuelo en la barbilla, detalle físico que al parecer les hacía gracia. Me lo presentaron y la primera impresión es que iba un poco sobrado. A pesar de las indicaciones que recibíamos sobre cómo repartirnos los papeles, recuerdo a Luis tomando decisiones basadas en sus personales apreciaciones sobre lo que le gustaría o no a Isabel Preysler. Hablaba con seguridad y rotundidad, como si supiera lo que ella quería, como la conociera muy bien. Pero no, no la conocía de nada, todo estaba en su imaginación. Su actitud en la grabación, aunque cortés, denotaba cierta soberbia, tomando la palabra como si fuera el presentador del programa, aunque no fuera ése el concepto.

No llegaron a enseñarme la versión editada de aquella presentación. Sólo sé que no llegó a ninguna parte: el miedo de Isabel Preysler a enfrentarse a las cámaras no se esfumó ante la idea de tenernos a su lado. «Luis no le convence, no lo ve. Quiere mucho protagonismo, pero tú lo has hecho muy bien», o algo así (hace unos 25 años), me dijeron al comunicarme su rechazo. Menudo consuelo. Días después, invitado al programa ‘Con T de Tarde’ en el que yo colaboraba por entonces, Enrique Iglesias acudió como invitado y me dio a entender que había visto la prueba. «Pues lo haces muy bien», o algo así, me dijo en tono cómplice. La última vez que supe de Luis Lorenzo era envenenado por Antonio Recio en un episodio de ‘La que se avecina’. Hasta ahora. Las vueltas que da la vida.