Isabel Pantoja arrasa en Chile
Ganadora de la Gaviota de Platino de Viña del Mar, la tonadillera llena el Gran Arena Monticello
Así fue el homenaje de Isabel Pantoja a su madre en su regreso triunfal a los escenarios

El Gran Arena Monticello (4.000 asientos), en San Francisco de Mostazal, Chile, recibe por primera vez a Isabel Pantoja , y lo hace a lo grande: «La mítica artista española», «Icono de la música española», «Una artista imprescindible», «Sus discos forman parte de la memoria y de la cultura tanto de España como de Latinoamérica», son algunas de las expresiones con las que se promocionan los recitales de su gira ‘Enamórate’ previstos para el 27 y 28 de mayo. Con las entradas a un precio que oscila entre los 40.950 pesos chilenos (46 euros), las más baratas, y los 178.500 (200 euros) las más caras, la Pantoja ha colgado hace días el cartel de ‘ No hay localidades ’, confirmando que el público chileno no la ha olvidado.
Noticias relacionadas
En 2017, Isabel acudió al mítico Festival de Viña del Mar , el certamen más importante del país. «Sigo emocionada, feliz, no me quiero ir, estaría toda la noche hasta que se acabe el sol de mañana», comentaba sonriente en el escenario, mientras miles de personas la aclamaban. En el público, por cierto, se encontraba su hijo, Kiko Rivera , luciendo gorra y chupa de cuero. A Isabel, que ya poseía la Gaviota de Plata y la de Oro, le explicaron el largo proceso de permisos que requiere las entrega de una Gaviota de Platino y cómo la comisión tenía previsto entregarlo ‘al divo de Juárez’. Al escuchar hablar de Juan Gabriel , Isabel, ‘su gran amiga’, se emocionaba: «En ella dejó sus canciones, su cariño, su talento, su amor». Los presentadores anunciaban entonces: «Creemos que este galardón es tuyo. Porque te lo mereces, porque nos has entregado un ‘show’ maravilloso. Viña del Mar ha esperado 58 años para tener una diva como tú. Y este año le regalamos el corazón a Isabel Pantoja». Mientras Kiko lloraba como un descosido (ya saben, eran los años en que quería a su madre), ella se crecía al recibir de manos de la alcaldesa el premio más grande de Chile: «Yo voy a pedir permiso para poner el nombre de Juan Gabriel y el mío. Él era un ser único, maravilloso para mí».
Su paso por Buenos Aires
Isabel ha llegado a Chile tras su triunfal concierto en el Luna Park , Buenos Aires, que ha puesto de manifiesto que la tonadillera mantiene sus seguidores argentinos de toda la vida. Daniel Ambrosino , presentador en América TV y colaborador de programas como 'Intrusos en el espectáculo’ o ‘El show de los escandalones’, señala un detalle a destacar de ese recital: «Isabel agotó las entradas más caras, que tenían un precio bastante elevado para nuestro nivel de vida. La Platea VIP costaba 36.000 pesos (282 euros). Tampoco había boletos de Platea Preferida y Platea General, pero eso tiene mucho que ver con el público que ella tiene acá. Es gente mayor de 40 o 50 años, ya con cierto nivel adquisitivo. Los jóvenes, que son los que compran las entradas sencillas, las de 5.500 pesos (53 euros), no conectan con ella».
Para este periodista, experto en el mundo de la farándula, la Pantoja es un personaje que «no ha sabido dar el salto generacional». A pesar del revuelo mediático que su gira latinoamericana ha despertado en España, Isabel Pantoja ha pasado sin pena ni gloria por los medios argentinos: «Que no haya querido hacer una nota no ha ayudado a la promoción», explica Ambrosino: «Acá se habló mucho de ella cuando fue a la cárcel y cuando saltaron los problemas con su familia, pero ahora no hay nada nuevo que despierte interés. Apenas se ha hablado de ella en dos o tres programas». Normalmente, cuando Isabel Pantoja acude a Buenos Aires no falta a su cita con la mítica presentadora Mirtha Legrand . «Es su espacio natural, donde se siente cómoda y puede hacer declaraciones, pero el programa de Mirtha no está saliendo al aire en estos momentos», puntualiza Daniel. Tampoco se vieron siquiera como amigas: «Mirtha dio positivo en Covid, el día del concierto coincidía con el fin de su cuarentena e Isabel volaba a la mañana siguiente, así que el encuentro no fue posible». Isabel ya tiene deberes para la próxima.