Hilario López, sobre los presuntos malos tratos a Rocío Carrasco: «Si Rocío Jurado lo llega a saber, no tiene carretera para seguir detrás de quién sea»
El cronista ha confesado que «muchos amigos y miembros de la familia se han quedado helados»
Hilario López Millán (76 años) ha acudido esa tarde al plató de 'Sálvame' para dar su versión como uno de los amigos íntimos de Rocío Jurado sobre 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva', la serie documental que la hija de la tonadillera, Rocío Carrasco , ha grabado con Telecinco en el que habla sobre el infierno que vivió durante su relación con Antonio David Flores , padre de sus dos hijos: Rocío y David Flores , y la guerra que mantuvieron durante el proceso de divorcio y los años posteriores en los que Carrasco acusó a su exmarido de malos tratos . «Yo creo que os van a dar un Premio Goya por la emisión», ha comenzado diciendo con cierta ironía, aunque ha asegurado que «lo estoy viviendo muy mal porque me acuerdo mucho de Rocío y de Pedro Carrasco . Rocío si estuviera aquí lo hubiera contado todo esto, ella y Pedro». Sobre su amiga, el cronista de la prensa social ha recordado que: «Rocío era única y genial, cada día la añoro más. Rocío era tremenda, tenía sus tres minutos de mal genio, que en esta ocasión los sacaría».
Con respecto a los supuestos malos tratos que Rocío Carrasco vivió durante su relación con el ex Guardia Civil, Hilario ha opinado: «Si lo que hacía, lo hacía de puertas para dentro... yo... Muchos amigos y miembros de la familia se han quedado helados», y ha añadido que si la cantante hubiese sabido lo que le pasaba a su hija, Antonio David «no tiene carretera para seguir detrás de quién sea».
Con respecto a la supuesta boda por interés de Jurado con el torero José Ortega Cano , el periodista lo tiene claro: «No necesitaba fama, estaba en su mejor momento cuando conoció a Ortega Cano. La Jurado era una mujer famosa, con dinero, de moda, feminista total y absoluta. Él era un buen torero y una magnífica persona, discutían, tenían sus historias. Luis San cuenta que cuando estaba ya mala, se fueron a cenar un día y Ortega se fue al lavabo y aprovechó ese momento para preguntarle por cómo estaban y ella dijo que discutían, pero no que se fueran a divorciar». Además el diestro «se portó con ella de maravilla, había mucho amor, ella estaba muy enamorada de Ortega Cano», y recuerda: «La semana antes de caer enferma, estábamos haciendo las Antenas de Oro, tenía que venir Rocío y Ortega Cano, ese día vinieron de Miami y ella tenía alergia y no vino, solamente José. Me llamó a mí y nos pusimos a cantar los dos, a mí me perjuraron que no había bebido nada».
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