Fernando Alonso, un soltero de muchas novias
Las rupturas del piloto las comprobamos cuando hay foto de su novia con otro
Las rupturas de Fernando las comprobamos cuando hay foto de su novia con otro
Lunes
Fernando Alonso nos trae al panorama a Benjamín Alfonso , un guaperas argentino, de profesión actor, que ahora sale con la novia que resulta que ya no es novia de Fernando, Linda Morselli. He aquí un modo de contar que Fernando ya no tiene compromiso, o sea, que ha roto después de cinco años de relación. Las rupturas de Fernando las comprobamos cuando hay foto de su novia con otro. Acaba de ocurrir, y naturalmente no es la primera vez. Fernando Alonso es un jinete de bólidos, y carga cierta fama de antipático, porque sí. Los que dicen que le conocen replican que es un gran tipo, y que la antipatía sólo es en él una manera de defensa. Les creeremos. Uno ve que Alonso es un tímido, y a veces va y se enreda, o se complica. En todo caso, estamos ante uno de nuestros archifamosos del deporte. Fuera del deporte, ha cumplido la carrera de tantos futbolistas, pero al revés. Primero se casó, y luego le ha dado kilometraje a la soltería. Cumplió boda secreta con Raquel del Rosario, la chica de El Sueño de Morfeo, y hasta un rato antes del noviazgo de Lara Alvarez nos presentaba en selfies de embeleso a Dasha Kapustina, una monada rusa del gremio de las maniquíes. Luego, ha vivido contento en el amor de Linda Morselli, esa apabullante belleza italiana que fue, en el pasado, compañera de Valentino Rossi. Ya van viendo ustedes que Alonso es un campeón, pero no sólo a bordo de un bólido. Es algo así como un soltero que siempre tiene novia. Estamos ante un campeón a tiempo completo. Vale para él lo que un día me dijo Alvaro de Luna a propósito de Carlos Larrañaga: «No le quitas una novia ni en la ficción». Le admiramos.
Martes
A Raquel Mosquera la conocimos de esposa de Pedro Carrasco, y fue la peluquera global, porque era peluquera de salir en muchos sitios, a bordo de reportajes que eran como el álbum privado de una señora en perpetua luna de miel, y con el albornoz puesto. Luego vino la viudedad, los amores exóticos, los ingresos en la López Ibor, y cierto retranqueamiento de la fama. Ahora anda en la tele como la última revelación de familia de Rocío Carrasco , porque viene Raquel a contar que no estuvo contenta en su día con los repartos de herencia. Es lo de siempre, en ella, pero actualizando papeles que no hay y emociones que se fueron Tiene siempre algo Mosquera de mujer que lucha por ser feliz, y no lo consigue del todo. Algo de giganta de barrio que preferiría ir más a los concursos de la tele y menos a las revisiones clínicas.
Miércoles
Sale en medio de la semana José Luis Moreno, y dice a la puerta de los juzgados: ««No soy capo de nada». Palabra de ventrílocuo.
Jueves
Linda Evangelista entró en el quirófano, por razones de mejoría estética, y salió desfigurada. Y se cuenta por ahí como algo excepcional. Como si la mitad de las clientas del asunto no salieran de una intervención peor que entraron.
Viernes
Naomi Campbell incluye hija en un reportaje de 'Vogue'. La noticia es novedad de alcance, porque nada se conocía al respecto. «Siempre supe que algún día tendría un hijo», confiesa la modelo, que se ha esperado hasta los cincuenta años, para la maternidad. No constan más detalles. Naomi nunca militó en la ortodoxia, precisamente. Si nos pusiéramos urgentes, podríamos arriesgar que las modelos, para la hemeroteca histórica, se dividen en Naomi Campbell y el resto. Y no sólo por los prestigios de pantera fastuosa de la Campbell, que la tienen encumbrada muchos años, sino porque ha hecho de su biografía un podio de famosa de portada, vestida o sin vestir, y una página de chica de mala leche, con juzgados o sin juzgados. O sea, que no para. Aún tiene una lámina de cotización, aunque su oficio es el oficio de la juventud. Allá por los noventa, aupó a la maniquí hasta la figura del couché, y desde ahí todo seguido hasta hoy, con alboroto de novios donde nos sale el nombre de Joaquín Cortés, si miramos al pasado ya más bien lejano. Aún desfila, de pronto, en París o en Milán muy abrigada de bragas de lujo, que es como a veces se viste o desviste para los cócteles internacionales. Naomi tiene una cosa de atleta del erotismo, incluso ahora, de cincuentona, o precisamente por eso. De manera que no para, ya decimos. Igual promueve un romance o noviazgo, desde un reportaje monumental, como en su día junto al rapero británico Skepta, o como ahora con la hija. Cambia a menudo de novio, pero la verdad es que nunca ha pretendido otra condición que la condición de soltera. Campbell es ya un mito en su oficio, y con ella están Claudia Schiffer , Cindy Crawford , o Kate Moss , y algunas otras musas de los noventa, cuando las modelos se quisieron famosas, actrices sin filmografía, futbolistas del wonderbra.
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