El día que Bruce Willis salió con una española y comió tortilla de patatas y jugó al golf en Marbella
Tras separarse de Demi Moore, el actor se enamoró perdidamente de la malagueña María Bravo, con la que mantuvo una relación durante dos años
Bruce Willis, así hablan de él las mujeres de su vida
Prácticamente desde que empezó en el mundo del celuoide, a Bruce Willis siempre le ha acompañado la fama de rompecorazones. Tras alguna que otra novia, el actor se enamoró perdidamente de Demi Moore mucho antes de intercambiar una sola palabra con ella. Se quedó prendado. A ella, en cambio, le pareció un maleducado. Pero los encantos del actor terminaron por hacer el resto. Cuatro meses después de aquello se casaron en una celebración en Las Vegas.
Tras su divorcio en 1998 llegó a su vida la española María Bravo un año después. A ella siempre le ha perseguido la etiqueta de ex de Bruce Willis, aunque de aquello haga ya más de dos décadas. «No es que quiera cambiar mi imagen. Quiero que el público español descubra que soy mucho más que 'la ex de'. Y si alguna vez leo algún artículo en el que no nombren a Bruce cuando hablen de mí, me llevaré una agradable sorpresa», decía en una entrevista con el 'Diario Sur' en el año 2010.
Y se ha ganado que le dejen de decir 'la ex de'. Se ha labrado una carrera y es la impulsora de la Fundación Global Gift, la organización sin fines de lucro que cada septiembre congrega a decenas de famosos en Marbella, entre ellos su gran amiga Eva Longoria . Ahora, pasados los años, recuerda con cariño aquella relación con el afamado actor.
Le conoció en la inauguración del Planet Hollywood en Madrid, pero por aquel entonces ella no quería ni oír hablar de hombres porque acababa de romper con su pareja. Pero al día siguiente la secretaria de Bravo le comunicó que Bruce Willis estaba al teléfono. Pensó que era una broma y le contestó malamente. «¿Que coño quieres Bruce?», le dijo. Cuando se dio cuenta de que era él, se quedó asombrada. Al final terminaron quedando y mantuvieron una relación durante dos años.
Era habitual verles por distintos lugares de España paseando, jugando al golf y comiendo en restuarantes, dándole a probar manjares como la tortilla de patatas. Se convirtieron en una de las parejas del momento pero lo suyo terminó dos años después, aunque a día de hoy se llevan a las mil maravillas y mantienen el contacto, sobre todo con sus hijas.
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