Ainhoa Arteta: «Hoy mi prioridad es cuidarme. Me da igual lo que digan o dejen de decir»
La soprano estuvo seis días en coma como consecuencia de un cólico nefrítico. «Volví a nacer el 26 de julio»
Durísimos momentos son los que está viviendo la cantante Ainhoa Arteta a raíz de los problemas de salud que ha padecido durante este verano y que aún la tendrán un tiempo convaleciente. Tras superar el COVID confinada en su domicilio como marca el protocolo, la cantante retomó su agenda y, aunque salieron unas imágenes en silla de ruedas por el aeropuerto que hicieron saltar las alarmas, lo cierto es que sólo era una cuestión de cansancio acumulado pero nada de lo que preocuparse.
Ainhoa fue recuperando su agenda y fue tras disfrutar de unos días en Mallorca junto a su pareja y un grupo de amigos cuando, al llegar a Jerez con el fin de seguir de vacaciones, empezó a sentirse muy mal hasta el punto de ingresar por urgencias en el hospital de El Puerto de Santa María donde se le diagnosticó un cólico nefrítico. Hubo que intervenir para extirpar la piedra que provocó ese cólico y lo malo fue que su estado de salud se complicó y los médicos decidieron que había que trasladarla al hospital Vírgen del Rocío en Sevilla donde ingresó en la UCI. «A raíz del cólico y al empeorar mi estado general me trasladaron en helicóptero al hospital de Sevilla donde estuve durante seis días en un coma inducido. Para mí lo más importante es que me salvé y por eso puedo decir que el 26 de julio volví a nacer. Consecuencia de la intubación y lo que viví tengo lo que llamo heridas de guerra en las manos y pies (han tenido que cortarle parte del dedo índice de la mano derecha y un dedo del pie derecho) y entenderás que hoy mi prioridad es cuidarme y sanarme entera y del resto me da igual lo que digan o dejen de decir. Mis hijos gracias a Dios están bien y yo tengo que recuperarme. Eso es ahora mismo lo único que puedo comentar», asegura desde la casa familiar en el País Vasco donde la artista va recuperando fuerzas para afrontar el episodio más amargo en lo que se refiere a su salud.
En cuanto a su ruptura con el que ha sido su pareja Matias Urrea , la soprano ha optado por el silencio y no entrar a confirmar o desmentir las informaciones que están saliendo. Fue a finales de agosto, cuando decidieron acabar su relación y dejar el alquiler de la casa de la Moraleja donde vivían junto al hijo del militar. Un final que ha sido toda una sorpresa hasta para los amigos de la pareja dado que durante todo el proceso hospitalario Urrea estuvo junto a Ainhoa ocupándose de ayudarla en todo lo que podía. Una separación que está haciendo correr ríos de tinta y de la que la artista no quiere pronunciarse y dedicar toda su energía a sanar esas heridas de guerra que la tendrán un tiempo apartada.
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