El vino de la semana
Finca Azaya de Bodegas Valduero, elegancia y saber hacer
Sorprende desde el primer sorbo su elegancia y finura, así como el equilibrio aromático entre fruta y tostados
Gregorio García Álvarez es uno de los nombres propios fundamentales en la Ribera del Duero actual. Gracias a su visión y a la posterior incorporación de sus hijas Yolanda y Carolina García Viadero, actuales gestoras de la bodega, Valduero es hoy un proyecto sólido e imprescindible, además de contar con amplio reconocimiento internacional.
Fundada en 1984 en el pequeño pueblo burgalés de Gumiel de Mercado , los perfiles de padre e hijas se complementan formando un gran equipo. Su gran apuesta siempre ha sido por la tinto fino, aunque también cuentan con viñedos de albillo. Todos sus vinos, tanto blancos como tintos son monovarietales . En 2006 comenzaron el ambicioso proyecto de crear una bodega subterránea, excavada en la propia montaña. Su objetivo es realizar el prensado de la uvapor gravedad, cayendo esta directamente dentro de pequeños tinos, buscando la excelencia artesana. La bodega, construida excavando tres túneles bajo una montaña a más de 30 metros de profundidad, alberga más de 4.000 barricas de roble y un millón de botellas.
Finca Azaya es uno de sus vinos más personales, fermentado con levaduras autóctonas y criado durante al menos 14 meses en barricas de roble. Sorprende desde el primer sorbo su elegancia y finura, así como el equilibrio aromático entre fruta y tostados. Hecho con profundo conocimiento y amor por el oficio.
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