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Delicious Martha, 'eat girl': «Me enamoré de la cocina y ayudó a sanarme. Jamás pensé que podría vivir de esto»

Marta Sanahuja está entre los primeros puestos de 'instagramers' gastronómicos de España con 517.000 seguidores. Acaba de publicar su segundo libro y comparte con ABC cómo ha convertido una afición en un modo de vida

Marta Sanahuja, barcelonesa de 31 años, es Delicious Martha en Instagram @deliciousmartha
Adrián Delgado

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Marta Sanahuja, Delicious Martha en Instagram y otras redes sociales , tiene entre sus seguidores a personalidades de la gastronomía española de la talla de Jordi Roca, Dabiz Muñoz , Oriol Castro, Quique Dacosta , Ramón Freixa o Ricard Camarena –por citar algunos–. Sus publicaciones, con más de 517.000 seguidores, han encontrado una forma de unir dos mundos que le apasionan: la comunicación y la cocina.

Marta Sanahuja @deliciousmartha

Esta barcelonesa de 31 años estudió Publicidad y Relaciones Públicas siguiendo su «intuición» y por «el amor» que tiene hacia la comunicación. «Después de años de carrera y con una losa a las espaldas de quienes me decían que no era creativa, terminé en una agencia de publicidad que supuso el inicio del fin», resume. Una época de su vida que vivió como una sucesión de «días interminables de trabajo mal pagado, envidias, muchas puñaladas...». Aquella mala experiencia, que pagó con su propia salud –cuenta que perdió 19 kilos en un año– le llevó a romper con todo y «empezar desde cero». «Comencé cocinando en la cocina de mis padres y descubriendo una pasión oculta que desconocía. Me enamoré de la cocina y ayudó a sanarme», explica.

¿Qué fue antes, la comunicación o la gastronomía?

Me cuesta mucho decidirme realmente por una de las dos. Es por ello que, con Delicious Martha, quise unir ambas y comunicar a través de la gastronomía. Que los platos te hablen, te narren una historia y te enamoren como me pasó a mí.

Te defines como una 'eat girl'. Para ti, ¿qué es serlo?

Disfrutar de la comida más allá de la supervivencia. La gastronomía es un arte y, como tal, nos narra historias, transmite conceptos y te hace vibrar y sentir experiencias únicas.

Cuando la comunicación gastronómica en redes sociales aún no había alcanzado las cotas actuales, ya eras reconocida como 'influencer', ¿fue un objetivo serlo desde el principio o algo sobrevenido?

Jamás lo imaginé y vino todo rodado. Yo empecé a compartir lo que hacía en la cocina de mis padres como un hobbie, como algo que me llenaba y me hacía sentir bien. Jamás pensé que podría vivir de mi pasión y ser tan feliz día a día con mi trabajo.

El mundo dulce ha conquistado el perfil de Delicious Martha, donde comparte sus creaciones y recetas con medio millón de seguidores @deliciousmartha

Tienes muchos más seguidores que los principales expertos en gastronomía de España, ¿sientes responsabilidad al hablar de cocina y alimentación?

Muchísima. Sé que hay mucha gente que confía en mí, en parte también porque siempre he sido transparente y he demostrado que mi ética va por delante del dinero, pero también es cierto que a veces es tanta la responsabilidad que tengo que ser muy cautelosa, porque hay muchas respuestas que no soy yo quien tiene que darlas. En mi día a día, no me canso nunca de decir que yo no soy nutricionista, aunque sea un campo que me guste mucho y en el que me formo a diario. Pero no he estudiado –ni estoy capacitada, incide– para dar ningún consejo a nadie sobre ese sector, aunque a diario me pregunten por ello. Es labor de un nutricionista o especialista en ello quien tiene que asesorar y guiar.

¿Qué es lo más importante para comunicar bien sobre gastronomía y cocina en redes sociales?

La cercanía. Nadie es más que nadie por tener una cuenta con muchos o pocos seguidores. Aquí todos somos iguales y estamos al mismo nivel. Aunque tenga 3000 mensajes, no me voy a la cama sin contestarlos, al menos todos los que pueda. Pero no como obligación, sino porque me gusta conocer a las personas que me han puesto donde estoy hoy en día y les agradezco a diario el hecho de poder hacer realmente lo que me gusta. Sin ellos, yo no podría hacerlo, y eso va por delante de todo.

La fotografía y la belleza compositiva está muy presente en todas tus publicaciones, ¿comemos más que nunca por los ojos?

Sin duda alguna. Aunque últimamente la tendencia considero que va más enfocada a comer bien y fácil, y no tanto a la belleza del momento. Pero es cierto que yo quiero convencer al espectador de que esa receta merece la pena, y solo puedo hacerlo si realmente le apetece comerlo por los ojos.

¿Cuál es, o ha sido, tu mayor recompensa como 'influencer' gastronómica?

Desde que salió mi último libro –'Delicious Martha: Mis recetas saludables y sencillas' (Grijalbo, 2021)–, el día 8 de abril, que cada día está siendo una verbena de emociones. Vivo entre la risa y el llanto cada vez que recibo mensajes de personas que han comprado el libro, que están probando las recetas, que se sienten identificadas con mi historia... Como siempre les digo, soy millonaria de emociones y es todo gracias a ellos.

A pesar del enorme éxito que tienes en el mundo digital sigues apostando por el formato físico, ¿qué tienen de especial los libros de cocina para ti?

Yo soy una 'millenial' y he crecido con los cambios más abismales en tecnología, pero un libro es un libro. Lo primero que hice al recibirlo fue tocarlo, olerlo y hasta besarlo –exclama–. No hay nada como un buen libro de cocina y para mí es un honor que Penguin apostara por mí para un proyecto tan bonito.

Dices que cada crítica que recibes te 'inspira'. En el entorno de la exposición pública que tienen las redes sociales, ¿hay que aprender a gestionar las emociones? ¿Qué es lo que más te duele de los comentarios negativos?

Tengo la grandísima suerte de tener muy pocos comentarios negativos, y es cierto que, con el tiempo, he aprendido a dejarlos a un lado y pensar en los 300 positivos que, no solo compensan, sino que aplastan el negativo que pueda llegar. Hay que relativizar, aunque cueste. Y aprender desde ya que no se puede gustar a todo el mundo.

Existe la creencia de que ser 'influencer' es una forma fácil y rápida de ganarse la vida –incluso de hacer mucho dinero– con poco esfuerzo, ¿qué opinas de ese tipo de afirmaciones?

Me encantaría que quienes afirman eso viviesen un solo día en mi piel. Los que me conocen y me ven por 'stories' a diario lo saben: yo soy muy feliz y amo mi trabajo, pero también es cierto que trabajo más horas que un reloj y que en siete años he hecho únicamente una vez vacaciones.

No entiendes la comida sin el postre, pero dices que eres 'más de salado', ¿es una sensación nuestra o el mundo dulce ha conquistado gran parte de tu Instagram?

Empalagosamente dulce es mi perfil de Instagram. Porque, al fin y al cabo, me piden dulce. Y yo soy todo oídos siempre –risas–.

¿Con qué no podrías vivir hoy?

Son demasiadas cosas... Me han educado siempre en pro de «sé feliz con poco», pero nos acostumbramos muy rápido a tener un cacharro para cualquier cosa. Aunque también sé que, si tengo que renunciar, lo haría a regañadientes pero me acabaría adaptando a las pocas horas.

Y si mañana ya no existieran las redes sociales, ninguna de ellas, ¿qué harías?

Adaptarme de nuevo. Si hay algo que he aprendido en estos últimos años y desde que terminé la carrera es que no hay nada escrito ni nadie que tenga la potestad para decirte qué tienes que hacer. Si las redes sociales dejaran de existir, buscaría otra cosa que me llenara e hiciera feliz.

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