Cuando casi todos los pilotos de la parrilla apuntan al mismo equipo a la hora de hacer sus apuestas, pocas veces se equivocan. Y, en este caso, algo extraño debería pasar el sábado para que Nico Rosberg o Lewis Hamilton no se llevaran la cuarta ‘pole’ consecutiva para la escudería Mercedes. Mónaco se ha ajustado a ellos como un guante, y los hombres que dirige Ross Brawn -junto a una marabunta de jefes- han respondido con creces a las expectativas. Los entrenamientos libres de este jueves en el circuito de Montecarlo han acabado con un doblete de las flechas plateadas al frente de los tiempos, toda una declaración de intenciones de cara a una ‘pole’ que se está tintando de plata poco a poco.
Nico Rosberg no dejó lugar a la especulación y, por primera vez en varios años, dominó las dos sesiones de entrenamientos libres. El alemán se convirtió en la referencia a una vuelta, por delante de un Sebastian Vettel con el liderazgo cada vez más discutido, de un Fernando Alonso que sigue fuerte pero aún un punto por detrás y de un Kimi Raikkönen que, como siempre, no hace más ruido del necesario. Rosberg fue más rápido que el único piloto que se mostró en condiciones de poder igualarle: Lewis Hamilton. El británico, que ganó en Mónaco en 2008, se quedó a tres décimas del crono de su compañero y aún tiene mucho que decir en este gran premio. La decepción de Barcelona pesa demasiado en su mente y tiene entre ceja y ceja lograr algo grande este fin de semana. Quién sabe: igual el domingo vemos a su inseparable Roscoe en la escalinata junto a la familia real monegasca.
No obstante, desde Mercedes se muestran cautos y han tirado del ya habitual «estos tiempos no son representativos». Lo cierto es que esta frase, de Rosberg, puede no estar del todo equivocada. Si bien Fernando Alonso y Felipe Massa mostraron sus armas, y nada hace pensar que escondieron un puñal oculto con el que acabar con sus rivales, otros como Lotus o Red Bull se quedaron este jueves entre bambalinas. El resultado de Kimi Raikkönen, un sexto puesto, contrasta con el ‘leit motiv’ que ha empleado este fin de semana en la decoración especial de su casco, «Kimi a la caza» (traducción de «Kimi on the hunt», usando un juego de palabras con el piloto favorito del finlandés, el campeón de 1976 James Hunt).
Más aún engañoso es el séptimo crono de Grosjean, cuyo coche ha acabado por los aires... literalmente. El piloto francés provocó una bandera roja cuando, tras pasar la conocida Iglesia de Santa Devota, se estrelló contra las protecciones, destrozando su E21 y acabando prematuramente con su participación en los libres. Una grúa fue la encargada de levantar el malogrado Lotus del suelo y llevarlo hasta un lugar seguro para que se pudiera trasladar a boxes.
Red Bull, por su parte, sigue en esa extraña nebulosa en la que nadie se atreve a darles por acabados, pero de la que no salen para volver a colocarse al frente de las listas de los favoritos. Sebastian Vettel tardó más de lo esperado en salir a pista en los segundos libres porque sus mecánicos se dedicaron a modificar el fondo del coche y mover las suspensiones. Esta adaptación del RB8 al asfalto de Mónaco, muy bacheado, no supuso un cambio diferencial entre lo conseguido en los primeros libres (décimo) y en la tanda final (noveno), pero estará a buen seguro en la pelea por alzarse con la ‘pole’ y acabar así con las especulaciones, miradas por encima del hombro y mensajes, más o menos malintencionados, que le llegan de los boxes de al lado.
Dudas en Ferrari
Aunque las buenas sensaciones con las que han acabado los entrenamientos harían pensar que en el box de Ferrari están satisfechos con lo logrado, la posición de unos rivales y otros no ha hecho más que aumentar la incertidumbre en el equipo italiano. Fernando Alonso, cabeza de lanza para este gran premio, no ha querido colocarse como el candidato número uno para la ‘pole’ -algo que no logra desde Alemania 2012-, y ha dejado todo en manos del destino.
«Estoy contento porque hemos completado todo el programa previsto, algo que aquí no es siempre del todo normal ¡porque puede pasar de todo! Si bien las sensaciones son positivas y hemos podido evitar cualquier tipo de problema, no tenemos aún una idea clara de la jerarquía en la pista. Tendremos que esperar para saber dónde están realmente nuestros rivales, puesto que tampoco aquí nadie da el cien por cien hasta el sábado», aseveró el asturiano.
Este viernes servirá para que los pilotos, técnicos e ingenieros se dediquen a las otras labores propias del Gran Premio de Mónaco. Pasear, dejarse ver en este o aquel yate, descansar y pensar en la que, posiblemente, sea la clasificación más determinante de todo el campeonato de Fórmula 1.