No hay quien pueda con Vettel en este 2013. Los fans del alemán, 'los vettelistas', se han sacado un curioso titular, que dice mucho de la superioridad con la que el tetracampeón está paseándose en este Gran Premio de Estados Unidos: 'SebAustin Vettel'. Hasta se permitió el lujo de darle emoción a la pole número 44 de su carrera deportiva, con la que dobla las conseguidas por Fernando Alonso.
Al último minuto de la clasificación, el que ocupaba el primer puesto de la tabla de tiempos era Mark Webber. El australiano ya le había levantado el mejor tiempo 'in extremis' al alemán en Abu Dabi, pero Vettel no estaba dispuesto a volver a quedarse con la miel en los labios. Después de ceder dos décimas en el primer sector, igualó el crono de su compañero en el segundo y se sacó un tercer sector imposible de repetir ni en un simulador. Una décima le sacó a Webber, ocho al primer 'no Red Bull', Romain Grosjean. Ese es el nivel. Pero más allá de ese 1:36.338 que marcó, la superioridad se ve en los pequeños detalles. O no tan pequeños. Vettel llegaba a la Q3 con menos vueltas que nadie, con sólo una cronometrada en cada tanda y seis en total.
Si Vettel ha deslumbrado, pero no sorprendido, quien sí ha brillado y sorprendido a partes iguales ha sido Fernando Alonso. El piloto español no había encontrado el punto al Ferrari en todo el fin de semana, ni en los libres del viernes ni en los del sábado. Sin embargo, después de pasar la Q1 con ciertos apuros, sacó lo mejor de sí y del F138 para redondear una clasificación a la Q3 que parecía un sueño. De hecho, su aún compañero Felipe Massa no pasó del decimoquinto tiempo en esa Q2, aunque saldrá una posición por delante gracias a la sanción a Button que le impusieron este viernes por adelantar bajo banderas rojas. Alonso marcó un 1:37.368, que ha sido incluso mejor que el que ha valido en la Q3 para conseguir la sexta posición en la parrilla de este domingo.
Salir en esa posición, justo por detrás de Lewis Hamilton, es una gran noticia para el asturiano en particular y para Ferrari en general. Los dos subcampeonatos están en el aire, y tanto Rosberg como Massa no tuvieron su mejor día. Así, todo apunta a una lucha de tú a tú entre los dos ex compañeros en McLaren. El propio Alonso sacaba esta lectura después de bajarse del monoplaza, aunque no obviaba que no está siendo un fin de semana fácil para ellos, como viene siendo habitual. “Ha sido una buena crono, pero el fin de semana en general ha sido difícil para nosotros, con mucha falta de ritmo. En carrera normalmente mejoramos y las tandas largas fueron mejor, así que era importante conseguir una buena posición de parrilla. Salió bien, porque además los tiempos están muy ajustados, y en una décima puedes estar octavo o tercero. Somos sextos, así que… la mitad de contento”, se conformaba el asturiano.
Hulkenberg y Bottas, los otros ganadores
Nico Hülkenberg cuenta sus actuaciones por demostraciones de talento. El alemán sigue pidiendo sitio en la parrilla de 2014 a golpe de trabajo, y no con maletines o patrocinadores. Su cuarto puesto no sólo habla bien de una capacidad innegable, sino también del buen rendimiento que está mostrando el Sauber en esta recta final de campaña. También su compañero Esteban Gutiérrez, espoleado por la presencia de muchos mexicanos en las gradas del trazado texano, ha mostrado un rendimiento superior al habitual, y saldrá desde la décima posición.
Los elogios más efusivos, por lo poco habitual que es verle ahí, han sido para Valtteri Bottas. El de Williams arrancó la clasificación con el mejor tiempo en la Q1, mientras su compañero Pastor Maldonado caía estrepitosamente eliminado junto a Adrian Sutil -que sufrió un pinchazo- y los habituales de Caterham y Marussia. Después, conseguía entrar en la Q3 por segunda vez esta temporada. La campaña que viene no le pondrá las cosas nada fáciles a Felipe Massa, o al menos eso está demostrando en estas últimas carreras. Mientras, Maldonado veía oscuras intenciones de su equipo y les acusaba de haberle metido presiones equivocadas en sus neumáticos.
La lucha de ellos será por entrar en los puntos. La de Alonso, por un podio que le proclamaría automáticamente subcampeón del mundo. La de Vettel, probablemente, será por no dormirse mientras camina con paso firme hacia una nueva victoria.
