El alemán suma su tercera pole de la temporada en medio de una caótica sesión de clasificación por delante de Lewis Hamilton y de la gran sorpresa del fin de semana: Valtteri Bottas. Fernando Alonso partirá desde una decepcionante sexta posición
Que la de Canadá no iba a ser una clasificación cómoda ya se venía diciendo los días previos. Los coletazos de la tormenta tropical Andrea se han dejado notar en la zona de Montreal durante todos estos días y, por supuesto, la sesión de este sábado no iba a escaparse. Después de unos terceros libres acortados a sólo media hora debido a las reparaciones que hubo que hacer en las protecciones debido a un accidente de una carrera que acompaña a la Fórmula 1, todo eran nervios en el paddock. El cielo descargó con fuerza sobre el Gilles Villeneuve y, desde un principio, se convirtió en una lotería para los pilotos. Excepto para Sebastian Vettel. A él no le paró nada.
En la Q1 ya tuvimos las primeras sorpresas. Paul di Resta, que había sido protagonista el viernes por marcar el mejor tiempo en los primeros libres, y Romain Grosjean, que cada día está más fuera que dentro de Lotus, se quedaban eliminados a las primeras de cambio. El francés, además, saldrá último por la penalización de diez posiciones que tiene que cumplir por su accidente con Ricciardo en Mónaco hace dos semanas. Mientras, por arriba tampoco fue una sesión cómoda. Todos se miraban con desconfianza y con una duda en la mente: ¿alguien se atreverá a sacar neumáticos de seco si empieza a hacerse carril en la pista?
Nadie rompió la baraja, porque la pista no lo permitió. Quien si rompió su coche fue Felipe Massa, cuando faltaban apenas dos minutos para que finalizase la Q2. El brasileño, que ya había tenido un par de sustos y se estaba quejando de falta de adherencia -lógico, estaba lloviendo-, destrozó su tercer monoplaza en sólo dos Grandes Premios al estrellarse contra las protecciones previas a la última chicane, donde ya muchos habían tenido sendos problemas para meter el coche. Sus golpes en el volante se quedaron en una anécdota para los espectadores, que vieron sorprendidos cómo una de las comisarias de pista iba al rescate de Massa ataviada con un curioso gorro de marmota. Este incidente -el del coche de Massa, no el de la vestimenta de la comisaria- obligó a sacar la bandera roja y parar la clasificación durante unos minutos.
Aquí se vio otra de las rocambolestas imágenes de este sábado: todos los coches formando una suerte de parrilla de salida en el pit lane. A falta de 1:59 por disputar en la Q2, era vital salir lo más adelante posible en la reanudación para intentar mejorar y colarse, en medio de este río revuelto, en la Q3. Algunos se colocaron donde no debían y por eso los comisarios llamaron a declarar a Raikkonen, Ricciardo, Vergne, Maldonado y Pérez.
Un inoportuno error de Alonso
En la definitiva Q3 nadie especuló. Todos salieron a hacer su intento de vuelta buena al principio, debido a que las previsiones hablaban de una seria posibilidad de lluvia fuerte hacia el final de la sesión. Vettel y Hamilton fueron de los más rápidos en marcar su tiempo bueno, mientras que Alonso tardó un poco más. Cuando el español estaba haciendo su penúltimo intento, perdió el control de su Ferrari y tiró por la borda una vuelta, que además le supuso una pérdida de tiempo fundamental: se había quedado sin la posibilidad de hacer dos vueltas buenas, sino sólo una. A esto hubo que unir que la temida y prevista lluvia hizo su aparición, aunque sólo en el último y revirado tercer sector, con lo que nadie pudo mejorar su vuelta total, pese a que casi todos marcaron récord de pista en algún momento en los dos primeros sectores. Vettel y Hamilton se quedaban primero y segundo, y Alonso, para su desgracia, sexto.
La sonrisa del día la puso un extraño por estos lares: Valtteri Bottas. Este risueño piloto finlandés -al que muchos ven como contrapunto a Kimi Raikkönen- se presentó ante el gran público con una espectacular vuelta que le valió para llevar su desvalido Williams a un magnífico tercer puesto. Más acostumbrado a bregar por no caer en la Q1 que por los puestos de honor en la Q3, Bottas no ocultó su sonrisa al lado de Vettel y Hamilton, que no dudaron en alabar al joven 'rookie'. Para una escudería como la veterana Williams, que ha perdido el lustre que antaño le acompañó, este resultado es todo un respiro, y si pueden confirmarlo con un buen resultado este domingo, mucho mejor.
Sin embargo, nadie las tiene consigo. Ni Vettel da la carrera por ganada, ni Hamilton se va a rendir en un circuito donde siempre que ha conseguido entrar en meta, ha ganado. Tampoco Fernando Alonso ha ocultado que luchará por la victoria, ya que como ha recordado, el Gilles Villeneuve es un ejemplo de trazado donde adelantar no es un sueño, ni siquiera una posibilidad: es una obligación. Además, la lluvia que más que probablemente aparecerá pondrá un poco más de salsa a un Gran Premio que dará que hablar.