«No hubo tiempo de llamarme», se lamentaba Fernando Alonso tras el abandono del GP de Malasia. El piloto asturiano sumaba su primer ‘cero’ de la temporada por culpa de un alerón roto en un toque con Sebastian Vettel, y por el que no entró a boxes a cambiarlo. «Las sensaciones no eran del todo malas y sabíamos que en la vuelta tres o cuatro había que parar a poner los neumáticos de seco. Durante la vuelta que dimos, el alerón parecía estar bien, y por la tele no parecía dar problemas, así que dijimos ‘vamos a intentar aguantar una vuelta más o dos, y cuando paremos a poner los neumáticos ‘slicks’ cambiamos el alerón’. Porque si paramos en la vuelta uno y después otra vez en la tres, estamos últimos destacados», argumentó Alonso.
«Por desgracia, fue un cúmulo de circunstancias. En la última recta se descolgó un poquito y empezó a soltar chispas, y en ese momento faltaban cinco segundos para la calle de boxes. Ya no hubo tiempo de llamarme a dentro. En la recta siguiente se descolgó. Por tanto, fue un cúmulo de circunstancias. Tremenda mala suerte», se resignaba.
Alonso no quiere darle muchas vueltas, y prefiere no ahondar en la cuestión. «Mañana (por este lunes9 se hablará seguramente de que teníamos que haber entrado, una afirmación demasiado fácil de hacer cuando ha pasado todo y cuando creo realmente que es una mala suerte terrible. Ha habido toques y choques durante estas dos carreras muy fuertes. En Australia, sin ir más lejos, en la Q1 aquello era patinaje sobre hielo y todo el mundo corrió sin ningún problema. Aquí hubo problemas incluso en la vuelta de formación, gente que se salía y no pasaba nada. Nosotros acariciamos un coche y no tuvimos ni la suerte, digamos entre comillas, de que el alerón se cayese, ya que así entrábamos directamente. Tuvo que quedarse justo debajo del coche. Decisiones erróneas o acertadas, siempre son fáciles a posteriori, pero el factor suerte es inapelable», destacó.
Por último, no quiso obviar el gran acontecimiento de la carrera: la guerra en Red Bull. «Cuando cruzaron la meta apagué la tele, así que no vi el podio, y me perdí la mejor parte, ¿no? (risas). Una pena no haber podido estar allí, pero si han tenido una lucha entre ellos y también en Mercedes, ojalá que pueda ser bueno para nosotros», se esperanzaba el español.