Sebastian Vettel, durante el segundo día de entrenamientos. / AFP
FÓRMULA 1 | GP SINGAPUR
El bicampeón del mundo lidera con autoridad los libres en Singapur, con Alonso tercero
Sebastian Vettel brilló este viernes con luz propia en Singapur. Literalmente, ya que lució un casco con ‘leds’ que daba un toque navideño al bicampeón del mundo alemán y, figuradamente, porque dominó las dos sesiones de entrenamientos libres que se disputaron en el Marina Bay Circuit. Vettel, que ganó en Singapur el año pasado, demostró que los Red Bull pueden dar mucha guerra este fin de semana para intentar colarse entre los Ferrari y los McLaren, los más competitivos de las últimas carreras. Fueron los hombres de Woking los que se presentaron como alternativas en los libres. En la primera tanda, fue Hamilton el que quedó por detrás de Vettel, mientras que en los segundos Button acabó a tres décimas del Red Bull, con el segundo crono del día.
Fernando Alonso dio muestras de una gran fortaleza en ambas sesiones. Con un cuarto y un tercer tiempo, respectivamente, el líder del Mundial confirmó que el Ferrari es uno de los coches más fuertes en este circuito. Alonso, que ha ganado dos de las cuatro carreras que se han disputado aquí hasta el momento, ya avisaba en la previa que está con mucha confianza para lograr un buen resultado que le permita afianzar, aún más, su dominio en la clasificación. Colarse entre los Red Bull y los McLaren reafirma la idea de que este puede ser un buen gran premio para los monoplazas rojos. Sin embargo, desde la ‘Scuderia’ son cautos. «Hemos probado varias piezas nuevas. Unas han ido bien y otras menos, pero en el caso de las últimas necesitamos algo más de tiempo para desarrollarlas lo mejor posible», analizaba Fernando Alonso después de la jornada, que en general calificó como «positiva». Todo lo contrario que su compañero Felipe Massa, que señaló que «no había sido un día fácil» para él. Finalizó con el noveno tiempo del día.
Ambos pilotos de Ferrari, como tantos otros, han destacado la dificultad de gestionar los neumáticos, sobre todo los superblandos que ha llevado Pirelli a Singapur. «Probar los neumáticos en una distancia larga es muy complicado en una pista como esta debido al tráfico, lo que hace que sea difícil hacer comparaciones directas con nuestros competidores», comentaba Alonso, antes de avisar que el domingo se verá una «significativa degradación y será muy importante manejarlo lo mejor posible».
Queja generalizada
Más duro fue Massa, que se quejó de un exceso de degradación en ambas sesiones y apenas pudo probar en condiciones. Esta ha sido una queja generalizada entre todos los pilotos. Vitaly Petrov, de Caterham, aseguró que solo duran una vuelta en condiciones, por lo que se prevén dificultades de cara a la clasificación y a la carrera.
Pese a esas dificultades, los pilotos se libraron del otro gran temor que había durante la jornada. La lluvia perdonó en las dos tandas, si bien la primera comenzó con la pista mojada, lo que privó a los pilotos de probar desde el principio con los neumáticos de seco y realizar tiempos en condiciones. En la segunda sesión, completamente en seco, el principal incidente, pero no el único, lo protagonizó Bruno Senna. El brasileño de Williams tocó uno de los muros y su monoplaza se quedó tirado en medio de la pista. Los comisarios de Singapur no fueron capaces de retirarlo mientras el resto de coches seguían en pista, por lo que se desplegó bandera roja y se paró la sesión durante unos minutos.
Aunque sin bandera roja, los dos pilotos de Sauber protagonizaron las otras salidas de pista más destacables. Kobayashi fue el que más sufrió para mantener su monoplaza en pista, y de hecho acabó la sesión cuando hizo un trompo debajo del puente del circuito asiático. Tanto él como su compañero Sergio Pérez estuvieron a punto de probar los muros de Singapur, algo que, si se mantiene la tónica de los últimos años, ocurrirá durante la clasificación y seguro que durante la carrera.