Fernando Alonso intentará hacer bueno el dicho de “en río revuelto, ganancia de pescadores”. La lluvia podría ser la mejor aliada del español, al que se le da especialmente bien pilotar en condiciones adversas. No en vano, de todas las carreras disputadas en agua esta temporada, el español ha sumado 68 puntos por 25 de su rival, Sebastian Vettel. Es por ello que el piloto asturiano espera una ayuda de la meteorología.
“Hay posibilidad de lluvia pero no del todo constante. Hubo nubes cargadas de lluvia durante toda la semana. Veremos, cuanto más lío, mejor, porque en seco es prácticamente imposible hacer podio”, se resignó el segundo clasificado del Mundial, que, no obstante, no lleva “nada especial” pensado para las posibles precipitaciones. “Ha ocurrido lo esperado, pensábamos ser séptimos o octavos. Intentaremos pelear como siempre. Ya hemos hecho podio en las ultimas cinco careras saliendo de ahí”, recordaba el español.
Aunque Alonso espera hacer algo parecido a Abu Dabi o Austin, lo cierto es que eso no le vale. No, al menos, si Vettel no falla. El piloto alemán se mostró más nervioso que otras veces, e incluso confesó que se había equivocado al principio de la Q3. Mientras que las armas del alemán parecen bien afiladas -el RB8 no ha dado muestras de problemas-, las de Alonso serán las de siempre: “Habrá que pelear. Es un milagro que sigamos en la lucha quedando los sábados siempre séptimos y octavos. Es la última carrera y no nos vamos a rendir. Con la pista húmeda vamos mejor, fuimos primero y segundo Felipe y yo. Habrá que esperar para ver que pasa”, sentenció el asturiano.