A mi hijo le está dando un ataque de ansiedad, ¿qué hago?

Según Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos, «los niños o adolescentes muy sobreprotegidos tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad al ser adultos»

Laura Peraita

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No son pocos los estudios que están alertando desde hace meses que la salud mental de los niños y adolescentes es más preocupante tras el periodo de confinamiento y pandemia. Concretamente, el último informe del pasado marzo sobre 'Salud mental y COVID-19' (Mental Health and COVID-19: Earlyevidence of thepandemic’simpact) de la OMS, señala que «la ansiedad y la depresión han aumentado un 25% en estos últimos meses en los más jóvenes con el riesgo de comportamientos suicidas y autolesivos». Además, actualmente se suman circunstancias nada alentadoras como la incertidumbre de la crisis económica que sufren tantas familias, así como las terribles imágenes que bombardean los medios de comunicación con la guerra de Rusia y Ucrania. Poco margen para ver un horizonte con optimismo.

Según Sebastián Girona , psicólogo especializado en vínculos, no son pocos los padres que se enfrentan a la angustiosa situación de ver a sus hijos tristes, apáticos... como apagados. Otros, incluso, viven con verdadero sobresalto al ver cómo a corta edad, su hijo sufre un ataque de ansiedad.

¿Cómo deben actuar unos padres ante una situación tan alarmante?

En ese momento lo importante es poder contenerlo, poder cuidarlo ante lo que está sucediendo. Lo más rápido que se puede hacer es lograr que respire un poco más profundamente, que haga respiraciones más pausadas, que tome aire de forma más intensa, que pueda exhalar. Por supuesto, como adulto le puedo dar el ejemplo, le puedo mostrar cómo hacerlo. Una vez que esté más tranquilo, también me parece importante decirle que eso le puede pasar a cualquier persona, que como adulto, a mí también me puede pasar, o que a mí me ha ocurrido alguna vez. Naturalizar lo sucedido como algo que no es terrible, sino que le puede pasar a mucha gente.

¿Hay que actuar de la misma forma si es menor de edad o adolescente?

Si es menor de edad o muy pequeño, hay que tratar de utilizar el lenguaje que ellos puedan entender. No necesariamente hay que darle demasiados detalles, ni que parezca terrible ni dramatizar lo que le está sucediendo. Por supuesto, si es adolescente voy a poder hablarle con otras palabras, con otro vocabulario. Me va a poder entender mucho mejor acerca de lo que le está sucediendo. Desde ese punto de vista, tendré mayores recursos para explicarle la situación, pero la lógica y el espíritu es el mismo independientemente de su edad.

¿Tras un ataque de ansiedad debo llevarle a Atención Primaria, al psicólogo o solo observarle?

Cuando un niño sufre un ataque de ansiedad es importante descartar que el origen sea por cualquier problema de salud. En ese sentido, ir a Atención Primaria o hacer una consulta con un médico me parece que es importante para descartar cuestiones de salud física. Una vez descartado que no tiene esos problemas, si persisten los ataques de ansiedad, es importante hacer una consulta con un profesional de la salud mental, que en este caso será un psicólogo.

¿Deberá tomar medicación?

Cuando hablamos de niños, la medicación debería ser la última opción, el último paso. Yo creo que con una psicoterapia orientada a la ansiedad, los síntomas de un niño muy probablemente comenzarán a remitir, y en ese caso no será necesario tomar ninguna medicación, ni ningún ansiolítico o antidepresivo.

Tengo miedo de que le vuelva a pasar. ¿Es normal? ¿Debo darle pautas por si no estoy a su lado o eso es meterle miedo?

Cuando hablamos de ansiedad, es habitual que el niño le tenga miedo al miedo. Es decir: miedo a volver a sentir el miedo que sintió en aquel momento. Por este motivo, es importante poder repetir ejercicios de respiración y relajación, desarrollando un ejercicio que le va a poder servir al niño en muchas situaciones, no solamente si tiene un ataque de ansiedad, sino para enfrentarse a un examen en el colegio, a una competición deportiva u otra situación que pueda ponerle nervioso. Cuando se realizan ejercicios de respiración profunda mecánicamente, se libera el ácido láctico durante una cantidad de minutos. El ácido láctico es lo que libera los músculos, por eso va a estar más relajado. Considero que es importante darle herramientas para generar control. Ese control puede hacer que tenga menos miedo al miedo, ya que si sabe qué puede hacer si le vuelve a pasar, estará más preparado y se sentirá más seguro.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de la ansiedad en niños?

Algunas veces, la ansiedad puede tener una raíz hereditaria o biológica. Desde ese punto de vista, es algo que puede pasar aunque el niño no sienta ninguna presión. Otra causa muy habitual es la autoexigencia. A veces los padres pueden ser muy autoexigentes y generar en los niños mayor tensión. Una causa también muy frecuente para que un niño tenga ansiedad es la sobreprotección de los padres. Cuando le sobreprotegen de las cosas que le pueden ocurrir, le están enseñando que el mundo es un lugar peligroso. Cuando los padres solamente ponen el acento en las cosas peligrosas del mundo, el mensaje que le están transmitiendo es: hay que tener mucho cuidado. Eso también genera ansiedad.

¿Qué consecuencias puede tener de cara a cuando sea adulto?

Cuando los niños o adolescentes que estuvieron sobreprotegidos son adultos, tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad. Y, por supuesto, también los adultos que son autoexigentes, extremadamente autoexigentes, con la vara muy alta para absolutamente todo lo que hacen, también tienen posibilidad de desarrollar un trastorno de ansiedad en su vida adulta.

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