Ola de calor
Cuatro ejercicios que ayudan a dormir mejor en verano
El trabajo cardiovascular suave, la respiración y los estiramientos pueden ser la base de una rutina previa al descanso en la que también serán útiles la relajación y la conciencia corporal
El organismo sigue un ritmo innato, llamado circadiano , parecido a un reloj interno que regula las funciones biológicas y vitales durante un período de 24 horas. Este ciclo influye tanto en el tiempo de vigilia como en el de sueño. Lo que comemos, cómo comemos y a qué hora, interfiere en este ritmo, y de forma recíproca, nuestro sueño también influye en nuestra dieta.
Si pensamos en momentos de estrés en los que hemos tenido dificultades para dormir como cambiar de trabajo o los exámenes, seguramente también hayan sido etapas en las que hemos «comido para compensar». Esto es debido a que existe una asociación entre los problemas de sueño y un alto índice de masa corporal ya que cuando dormimos, en el sistema nervioso central se producen complejos mecanismos de regulación hormonal que, entre otras funciones, controlan el apetito, según explican los expertos de VivaGym.
Algunos hábitos, como acostarse y despertarse a la misma hora y apagar los aparatos electrónicos pueden ayudar a conciliar el sueño, pero también son útiles otros consejos como buscar un lugar cómodo en la oscuridad para dejar que la mente se vaya relajando cuando no se consigue dormir. Sin embargo, los expertos aseguran que lo más eficaz es hacer ejercicio regularmente. Eso sí, es importante evitar hacerlo a última hora del día para que no estimulemos demasiado al organismo. Estos cuatro ejercicios sencillos que proponen en VivaGym ayudan a preparar al cuerpo para el descanso.
Trabajo cardiovascular suave
1.- Para empezar, lo mejor es realizar entre 10 y 20 minutos de trabajo cardiovascular suave, puede ser en cinta horizontal favoreciendo así el retorno sanguíneo o caminar de manera suave al aire libre. Con este comienzo suave, favoreceremos la circulación y la segregación de endorfinas.
Respiración y estiramientos
2.- Para continuar, lo mejor es un trabajo de respiración y estiramiento: de pie, con las piernas separadas el ancho de la cadera, elevaremos los brazos a los lados a la vez que inspiramos y cuando estemos arriba con los brazos completamente estirados, soltaremos el aire a la vez que los dejamos caer por delante del cuerpo hasta casi tocar el suelo. Este ejercicio lo realizaremos entre 6 y 8 veces de forma tranquila y pausada.
Eliminar tensiones
3.- Tumbados en el suelo, llevaremos rodillas hacia el pecho con las piernas flexionadas. Inspiraremos a la vez que elevamos los brazos por delante de nosotros y los llevaremos a los laterales soltando el aire. Volveremos a la posición de inicio y repetiremos el ejercicio entre 6 y 8 veces, intentando inspirar cada vez más profundo y expirar más lento.
Relajación y conciencia corporal
4.- Por último, haremos un pequeño ejercicio de meditación y relajación en el que, tumbados boca arriba y en una posición relajada, iremos contrayendo los músculos de forma isométrica y muy controlada, zona por zona pasando luego a la relajación.
Algunas de las clases grupales en las que se trabaja en equipo el ejercicio cuerpo-mente y se finaliza con estiramientos y relajación son V-Yoga, Body Balance o Pilates.
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