La solución cuando tus hijos quieren un perro y tú no
El anhelo infantil de adoptar una mascota es uno de los más genuinos y sinceros
El anhelo infantil de adoptar un perro es uno de los más genuinos y sinceros. Y es que los lazos de afecto, responsabilidad y empatía social que surgen como fruto de estar cerca de un animal son evidentes. Debido a esto, cientos de familias con hijos se enfrentan a la encrucijada de si pueden (o quieren) tener una mascota. En casa de Anna se oía una frase que se suele escuchar en casi todas las familias con niños pequeños: «Llevamos años con la historia de "¡quiero un perro, quiero un perro...!". Compramos unos loritos pequeños, de muchos colores, pero claro, no es lo mismo, la interacción no tiene nada que ver”, reconoce esta madre de dos niñas de 9 y de 12 años. Su situación es la de muchos padres que trabajan los dos fuera de casa: «no podríamos sacarlo, por la mañana, por la noche... con el ritmo de vida que llevamos es imposible cuidar de un animal».
Pero ahora es posible tener un perro, sin tener un perro . Gracias a la novedosa aplicación colaborativa Tibiboo , las familias tienen la oportunidad de compartir el cariño de un perro y asumir responsabilidades puntuales sin tener toda la carga. En esta plataforma, padres e hijos que se plantean tener un perro pueden hacer de «voluntarios», o «dog lovers», como los denomina la app, y apoyar a dueños de perros con paseos y cuidados concretos.
Al darse de alta en en la aplicación, los niños (en compañía de sus padres) pueden contactar con dueños de perros que se encuentren a su alrededor y escoger, mediante un sistema de «Me Gusta» y de «Matchs», a los perros que encajen mejor con sus intereses y disponibilidad. Las familias pueden ponerse de acuerdo con los dueños para hacer paseos concretos, para cuidar a los perros durante periodos del día o —incluso— acogerlos durante unas vacaciones. La aplicación es gratuita y ofrece una función premiun que permite la mensajería interna entre "dog lovers" y propietarios de perros que, según Fediaf (La Federación Europea de la Industria de Alimentos para Animales de Compañía), en España se calcala que son alrededor de once millones de personas.
Por eso, cuando Anna se entero de la existencia de la aplicación, no lo dudó. «Fue hace un par de semanas. Chateamos, y después de este primer contacto on line y de pasar ese filtro inicial decidimos quedar con la dueña. Vivimos cerca, a unos diez minutos. El primer paseo lo dimos con la dueña, y al siguiente ya fuimos solas. No nos dio nada de miedo. El animal se llevó muy bien con las niñas. En la familia siempre hemos tenido contacto con perros. ».
La experiencia ha sido maravillosa, y desde entonces, prosigue esta madre, «nos llamamos y quedamos para pasear al perro de vez en cuando… El perro parece que las ha reconocido la segunda vez, es muy amigable. Se hicieron muy bien unos con otros. Quizás algún día ampliemos al fin de semana». Lo que está claro es que la idea les ha funcionado. «Te quita las ganas de tener perro, y no tienes las obligaciones de estar pendiente. Esta es una excelente oportunidad además para que ellas pongan en práctica la responsabilidad y obligación que es tener un perro. Y a la dueña le solventas un poco los impedimentos de sacar todos los días al perro el día que no le va bien».
Beneficios psicológicos para los niños
Organizaciones a nivel mundial, estudios psicológicos e infinitos testimonios dan cuenta de los grandes beneficios que tiene para los niños el tener un perro en sus vidas. Y no es solo el sentido del amor incondicional que las mascotas demuestran hacia sus dueños, sino que también, gracias a esta relación, se cultivan valores como el de la empatía, la responsabilidad y la seguridad personal.
Fediaf enfatiza en que hay estudios que demuestran: «que los niños que crecen cerca de mascotas tienen un respeto mayor por todos los seres vivos». Así mismo, estudios como el hecho en 1999 por el investigador Vlasta Vizek Vidović, publicado en la revista Altmetric, pone de manifiesto que los niños que tienen perros son más empáticos y están más orientados a simpatizar que aquellos que no tienen . Así mismo, los niños que sienten cariño y apego por sus mascotas tienden a experimentar un mejor clima familiar que quienes no tienen esta experiencia.
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