Día de la Publicidad

¿Sabías que una de las fórmulas más exitosas de vender algo a los padres es persuadir a los hijos?

Kate Regan, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids, explica en este artículo que «si la publicidad puede ser muy persuasiva, los niños con sus padres pueden serlo todavía más»

ABC Familia

Actualmente las pantallas dirigen nuestra vida. Nos pasamos horas y horas con la vista fija en ellas: la televisión, el ordenador, el teléfono móvil, la tablet, la consola… Todos, adultos y niños, las hemos integrado hasta tal punto en nuestras rutinas que no somos del todo conscientes del poder que ejercen sobre nosotros. Y esto, claro, los anunciantes lo saben. Diversos estudios se dedican a analizar las tendencias de consumo de contenidos digitales y el uso de los dispositivos, y las marcas basan en estos datos sus estrategias para lanzar sus campañas y tratar de influir con mayor eficacia en la decisión de compra de los usuarios.

Una de las evidencias claras es que cada vez consumimos más minutos de exposición a las pantallas a través de internet, y dedicamos menos tiempo a la televisión convencional. El resultado de todo esto es que la oferta publicitaria ha basculado hacia el universo digital, y desde 2019 los anunciantes ya invierten más en estos canales que en la televisión de toda la vida. Y esto, claro, impacta directamente en la experiencia de uso de los dispositivos electrónicos de los mayores, pero también de los niños.

Según un estudio de Lingokids realizado en 2019 entre familias con hijos de hasta 8 años, 6 de cada 10 contaba ya con su propio dispositivo de acceso a Internet, la mitad lo utilizaba a diario, y el 43% empleaba en ello más de 6 horas semanales. Con la pandemia, la necesidad de realizar tareas escolares desde casa y la limitación de las actividades fuera del hogar, ha crecido el porcentaje de menores que cuentan con ordenador, tablet o teléfono móvil y se han incrementado las horas de exposición. Una consulta realizada por esta compañía a finales de 2020 revela que, ahora, el porcentaje de niños de hasta 8 años que utiliza estos dispositivos más de 6 horas semanales asciende al 72% : un 29% más que en 2019.

Es decir, horas y horas en las que los más pequeños están expuestos no solo a vídeos y juegos, sino también a contenido publicitario , con anuncios que llaman su atención y les incitan a descargarse otros juegos o a consumir determinados alimentos o comprar un producto concreto. Juegos que tal vez no sean recomendables para ellos, pero se los meten por los ojos; alimentos que tal vez no sean los más saludables; y productos que realmente no necesitan pero que, de repente, tenerlos es para ellos una cuestión de vida o muerte.

Y es que, si la publicidad puede ser muy persuasiva, los niños con sus padres pueden serlo todavía más. Esto, las agencias de publicidad también lo saben, y lo utilizan como señuelo para sus clientes. Llama la atención cómo lo expone una de ellas en su propia web: « ¿Te imaginas a un consumidor que quiere comprar todo lo que ve y que no le importa lo que cuesta? ¿Te imaginas que ese consumidor tiene la capacidad de arrastrar a todos los que están a su alrededor e influir en su compra? Pues no es un sueño. Ese consumidor puede ser tu hijo o tu sobrina . Por eso, aunque no es algo que a los que nos dedicamos al marketing nos guste contar, «una de las formas más exitosas de vender algo a los padres es utilizando a sus propios hijos». Esto, en el sector, se llama Kids Marketing. Más claro, el agua .

Por todo esto, e s importante que nuestros hijos sepan qué es la publicidad , para que puedan entenderla y saber discriminar su contenido. Que comprendan que muchas veces los anuncios, como las películas, nos muestran un mundo irreal, con cuerpos perfectos, vidas de ensueño y casas llenas de dinero que no responden a la realidad de la inmensa mayoría de la sociedad. Tener claro esto desde pequeños les ayudará a crecer sin frustraciones.

Además, el Centro de Seguridad en Internet para menores de edad en España, Internet Segura for Kids (IS4K), cuenta con un vídeo en el que ofrece una serie de recomendaciones a los padres para que nuestros hijos realicen un consumo de publicidad saludable en los dispositivos electrónicos. Entre ellas se incluyen la necesaria limitación del uso de estos dispositivos , de manera que sus tiempos de exposición sean razonables; el uso de herramientas que limitan la cantidad de publicidad que puede recibir el usuario, como los bloqueadores de publicidad y la desactivación de ventanas emergentes; y la identificación de apps y espacios en Internet con contenidos adecuados para los más pequeños y libres de publicidad —o que, en el caso de tenerla, sea apropiada para su edad y no abusiva—.

Y por supuesto, es importante que los padres no perdamos el control y estemos atentos a los contenidos que consumen nuestros hijos, y que tratemos de llevarles siempre hacia esas apps o esos canales que nos hacen sentirnos tranquilos porque sabemos que son seguros para ellos.

Galletas con canciones pegadizas, quesitos que sugieren que te darán un viaje a Disneyland París o al menos stickers de alguna película de dibujos con tirón... Los productos de alimentación intentan llegar a los niños en la televisión, la publicidad en exteriores o con estratagemas en el punto de venta. Intentan posicionarse como más atractivos, más llamativos y más seductores, para así colarse en la cesta de la compra.

Su mercado son los niños y a ellos son a los que se dirigen, pero ¿están los niños demasiado expuestos a esos mensajes y, sobre todo, están logrando esos anuncios tener un efecto negativo en la vida de los más pequeños ?

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