Un padre de familia con 5 hijos: «el colegio y el trabajo no caben en una casa de 80 metros»

Pablo Sánchez Carmenado apunta que «la excepcionalidad de la situación actual es otra cosa, y creo que no es sostenible en el tiempo»

Carlota Fominaya

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Ayer por la mañana Pablo, el cabeza de familia de los Sánchez Jiménez (siete en total) lanzaba este tuit: « El teletrabajo no es trabajar en casa, es estar en casa (tu hogar) trabajando. No es igual, es otra cosa . Se puede, claro. Ventajas muchas, inconvenientes bastantes. Luego está conciliar y cada uno es un mundo». En este caso concreto se combina todo con mucho humor y mucha, mucha disciplina. Él, casualmente fundó la agencia marketing eThinking unos días antes de que se decretase el confinamiento, y tiene más trabajo que nunca. Su mujer Elena estrenaba puesto también poco antes de que estallase la pandemia.

En estas circunstancias, y con cinco hijos estudiando en el domicilio, aseguran que «el colegio y el trabajo no caben en una casa de 80 metros . A mi no me parece mal teletrabajar un día a la semana, dos... ya lo hacía antes –indica Pablo– pero la excepcionalidad de la situación actual es otra cosa, y creo que no es sostenible en el tiempo». A juicio de esta madre , «ambos estamos echando más horas que nunca, porque la concentración es máxima» . De hecho, interviene Pablo, «muchas veces tengo que pedir que pare. Para conseguirlo, de lunes a viernes nos obligamos a hacer un intermedio a las 12.00 horas para comer algo de fruta, cada día le toca a uno prepararla. Y tenemos como norma comer a las 2.15 de la tarde, pero hoy han llamado a Elena justo a esa hora y ha llegado a la mesa a las 15.00».

Sus hijos, reconoce esta pareja, empiezan a mostrar cansancio tras superar con nota el confinamiento. Pero sobre todo están preocupados, continúa Pablo, «porque esto sea una constante en septiembre, con la vuelta al colegio al 50% de las aulas. Porque por mucho que los hermanos mayores ayuden a los pequeños, los niños necesitan los estímulos del aprendizaje , escuchar las preguntas de sus compañeros de clase, jugar con sus amigos... Llevan demasiados días pegados a las pantallas en horario escolar. Cuando terminan a las 17.00 horas nosotros seguimos trabajando, y tampoco podemos dar un paseo todos a la vez. Hace ya dos meses y medio que no estamos los siete juntos en el exterior de casa», lamenta este padre de familia numerosa.

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