Adolescentes: «Cuando se juntan en botellones o en fiestas en domicilios, nos ponen a todos en riesgo»

Javier Quintero es el jefe de psiquiatría del Hospital Infanta Leonor y director de PsiKids

S.F.

¡Houston tenemos un problema! Estamos ante un reto social, una pandemia que está poniendo en solfa nuestro modo de vida. Lamentablemente y a la vista de los acontecimientos, no podemos esperar que la Naturaleza rebaje la tensión y el virus desaparezca, ni que la naturaleza humana cambie, y seamos capaces de levantar la cabeza de los ombligos, ¿o sí?

Si nos fijamos en los dirigentes, observamos ciertamente atónitos, como ponen la atención en su supervivencia, la destrucción del rival y priorizan eludir responsabilidades, en lugar de buscar soluciones. Y cuando pensamos en los vecinos, lo que vemos es un cierto relajo de las medidas de prevención. Estamos ante algo que se puede parar, lo están consiguiendo en otros lugares, pero esto tiene que ser entre todos o no será.

Vamos a poner el acento en las familias , las células de la sociedad que como para cualquier otro tejido, son claves para la resistencia del mismo. Es una responsabilidad, casi diría una obligación, de los padres, el ser capaces de entender lo que está ocurriendo . Para ello se amerita una reflexión responsable, no solo para ellos mismos, sino también para transmitírsela a sus hijos y poder explicarles de una manera clara y detallada, las repercusiones de una eventual falta de responsabilidad o inconsciencia. La falsa sensación de seguridad, omnipotencia o impunidad con la que algunos jóvenes campan a sus anchas, no debe servir de excusa para mirar hacia otro lado. Cuando se juntan en botellones o realizan fiestas en domicilios particulares, rompiendo con las medidas de prevención, nos ponen a todos en riesgo.

Adaptando la frase de Unamuno, ¡Que inventen ellos!, esto no se va a parar porque los demás hagan lo correcto, sino cuando todos lo hagamos. Es el momento de una llamada a la responsabilidad, y particularmente de los progenitores, que observan silentes, como sus hijos no cumplen de manera escrupulosa las medidas de seguridad. Si los jóvenes no lo entienden y se conciencian y hacen lo correcto, entonces quizás es el momento de decir, ahora no. «No puedes salir de fiesta» o «no puedes quedar con esos amigos que no corresponden a tu grupo de convivencia habitual».

Esos que menos cumplen, luego no tienen ningún reparo en criticar los protocolos de los centros educativos o sanitarios, ni de opinar airadamente sobre los confinamientos o las limitaciones de la movilidad. La COVID aún la paramos entre todos. Empieza el otoño y «Winter Is comming». Si no eres partes de la solución, en realidad eres parte del problema.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación