Lo que la anciana momificada de Vitoria nos debería hacer reflexionar
En España, el número de personas que viven solas sigue creciendo, rozando ya los 2 millones
El reciente hallazgo de una anciana que llevaba ocho años muerta en su domicilio de Vitoria , «es un caso dramático, pero es solo la punta del iceberg de un grave problema en España como es la soledad de los mayores», advierte José Ángel Palacios, portavoz de la Fundación Amigos de los Mayores , una ONG dedicada precisamente a paliar este problema. «Nos preocupa que la atención se centre en estos casos tan llamativos, pero se pase de largo sobre una gran población de personas que viven situaciones de soledad a diario». «El caso de esta anciana encontrada momificada en Vitoria es excepcional. En lo que la sociedad tiene que centrarse es en tratar de paliar esa soledad más invisible, más silenciosa, más generalizada...».
Según los últimos datos obtenidos de la Encuesta de Hogares de 2017 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) En España, el número de personas que viven solas vuelve a crecer, hasta las 1.960.000, rozando ya los 2 millones. «Es verdad que cada vez hay más personas que viven de manera autónoma, lo cual es un avance, pero a la vez cuentan cada vez con menos lazos afectivos a su alrededor, una combinación que se convierte en un factor de riesgo de sufrir una soledad no deseada», advierte Palacios.
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— Amigos delos Mayores (@amigosdemayores) 1 de octubre de 2018
Entre otros efectos la soledad no deseada puede generar deterioro cognitivo, depresión, pérdida de movilidad, enfermedades cardiovasculares y mortalidad temprana, según recientes investigaciones. De hecho, este factor está considerado ya como la «epidemia del siglo XXI», y ha llevado a países de nuestro entorno a adoptar planes estatales frente a este fenómeno, desde Holanda a Reino Unido, que incluso ha creado una secretaría de Estado específica.
Alternativas que impliquen a toda la sociedad
El aumento de la soledad, apuntan desde esta Fundación, se suma a una proyección demográfica que indica que en 40 años 1 de cada 3 españoles será mayor de 65 años. Este escenario, prosigue Palacios, «obliga a abordar el fenómeno de la soledad en las personas mayores de una manera global en nuestro país, con políticas coordinadas entre instituciones y organizaciones especializadas en el bienestar de las personas mayores que impliquen a toda la sociedad».
En este sentido desde esta organización -implicada en programas de acompañamiento y sensibilización a todos los agentes de la sociedad-, proponen lo siguiente:
1. Impulsar proyectos de participación ciudadana como el voluntariado intergeneracional y de acompañamiento afectivo, que favorece la autonomía, inclusión y desarrollo personal y social de las personas mayores a la vez que reporta beneficios a los voluntarios/as.
2. Facilitar las relaciones sociales de proximidad , recuperando los lazos vecinales en los barrios, como hace el proyecto Grandes Vecinos .
3. Sensibilizar a la población teniendo en cuenta a las personas mayores como activos que siguen teniendo mucho que aportar, forzando un cambio en su actual imagen estereotipada.
«Los dibujamos como personas tristres, incapaces, poco a poco se les va apartando de al vida diaria... y nada más lejos de la realidad. Es una idea injustísima. Las nuevas generaciones de mayores tienen otro perfil: más exigente,
«Tal como comprobamos cada día desde Amigos de los Mayores -concluye este experto-, la mejor manera de paliar la soledad es generar vínculos afectivos basados en la compañía presencial, de "carne y hueso", y la amistad duradera y verdadera, sin contraprestaciones».
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