Por qué tu hijo debe seguir formándose cuando acabe de estudiar
No sólo el nivel de formación es importante, sino que también juega un papel vital el nivel efectivo de competencias
El mercado laboral es más incierto que nunca. Y si hay algo que preocupa mucho, tanto a padres y madres como a jóvenes, es la falta de estabilidad unido a la gran cantidad de trabajos precarios y la amenaza del desempleo . Sin embargo, dicha situación no puede ser excusa para no formarse. O mejor dicho: de adquirir nuevas competencias.
Según el estudio « La formación y el empleo de los jóvenes españoles », de la Fundación BBVA, el mercado de trabajo presenta muchas diferencias ligadas al nivel de estudio de los jóvenes . En concreto, son los sectores intensivos en conocimiento los que crecen, se renuevan constantemente y ganan más peso en el mercado laboral. De ahí que no sólo el nivel de formación sea importante, sino que también juega un papel vital el nivel efectivo de competencias.
Tal y como explican los autores del informe, la formación es el primer paso para adentrarse en el mercado de trabajo. «El capital humano aumenta la productividad del trabajador y lo hace más atractivo para las empresas, en especial para ocupar los mejores empleos, caracterizados por requerir niveles de cualificación más elevados y asociados a salarios más altos y mejores condiciones laborales. Por tanto, las carencias formativas dificultan la inserción laboral de los jóvenes », explican Lorenzo Serrano y y Ángel Soler, autores del estudio.
Sin embargo, dicha ecuación varía en función de las competencias. « Ese efecto positivo de capital humano requiere no solo el componente formal de la educación -nivel de estudios- sino real -competencias efectivas que esa formación aporta- ».
Manuel Primo Prieto , director del Máster Universitario en Dirección y Gestión de RRHH de la Universidad Europea, señala que el actual «problema que tenemos en el mercado laboral, además de la poca oferta de empleo, es la alta demanda de trabajadores muy bien formados ». Así, «la única forma que tiene un candidato de conseguir un puesto es aportando la mayor formación y unas buenas competencias como capacidad de adaptación, trabajo en equipo, capacidad de comunicación, la curiosidad en otro campos... Es lo que marca la diferencia», sostiene.
Capacidad de aprender siempre
Según el informe « Sociedad Digital en España 2019» de la Fundación Telefónica, el 80% de los líderes empresariales creen que las « soft skills » son cada vez más relevantes porque «los trabajos son cada vez más complejos, multidisciplinarios y requieren tanto conocimientos técnicos como una gran variedad» de este tipo de competencias o atributos. La flexibilidad y adaptabilidad, la inteligencia emocional, el pensamiento crítico, resilencia, asertividad, trabajo en equipo, creatividad y aprender a aprender , lo que se conoce como « learnability », es decir, la capacidad para aprender nuevas habilidades a lo largo de la vida.
Dicho complemento formativo puede ser ofertado por la propia empresa. «Muchas veces, las compañías ofrecen desarrollo interno para que sus propios empleados vayan creciendo, ya que lo normal es que inviertan en su propio talento», continúa Primo. De hecho, los cursos de formación son, según Adecco, el beneficio social más demandado por los empleados.
« Pero también está el autodesarrollo », recuerda el director del Máster Universitario en Dirección y Gestión de RRHH de la Universidad Europea. «Una de las claves para ser competitivos es aportando conocimientos -continua-. El hecho de estar actualizado, informado, en constante desarrollo y evolución es imprescindible».
Eso sí, deben ser conocimientos ligados a la especialidad o área. « Diversificar no es aconsejable », subraya Prieto, «porque al final haces de todo y no eres experto en nada».
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