«¿Cómo elegir el colegio de mi hijo si ni siquiera he ido a verlo?»
Hablamos con Ana Cobos, presidenta de Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España
Los menores ya no van a volver al colegio , salvo casos excepcionales, tal y como anunció este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A muchos progenitores esta decisión no les cogió por sorpresa. Llevan semanas teletrabajando y haciendo los deberes con los niños en casa. Toca ahora finalizar el curso de la mejor manera posible y centrarse en el siguiente, que arrancará en septiembre. También para los nuevos.
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« No sé qué colegio elegir », « Me hubiese gustado ir a verlo », « Aún tengo dudas: ¿dónde matriculo a mi hijo? », « Me falta aún información », son algunos de los pensamientos que pasan ahora por la mente de muchas familias cuyos pequeños de 3 años empezarán el colegio en septiembre. Para abordar esta situación, hablamos con Ana Cobos , presidenta de Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE), doctora en Psicopedagogía y orientadora educativa en el I.E.S. Ben Gabirol de Málaga.
Hay padres y madres agobiados porque no saben aún seguro en que colegio matricular a su hijo. ¿Cómo afrontar esta situación?
Los progenitores, en realidad, se plantean todo esto desde mucho antes de la pandemia. Incluso desde que el hijo nace. Lo que pasa que ahora es cuando tienen que tomar la decisión final . Información ya tienen porque conocen desde hace años la zona donde viven y los colegios que hay, saben cuáles son los centros a los que van los hijos de los vecinos, etc. Por tanto, la recogida de información no es el problema sino decidir.
¿Dónde pueden ampliar información las familias para obtener respuestas a esas dudas que aún tienen?
A través de los medios telemáticos: web del centro, blog, teléfono... No hay que olvidar que los institutos y colegios siguen trabajando. Además, la administración tiene servicio de escolarización para informar sobre las unidades educativas de cada centro. En este sentido, no hay que olvidar que un centro con muchos alumnos tiene siempre más recursos y ofrece más posibilidades de flexibilización en muchos sentidos. En centros pequeños, sin embargo, las opciones son menores pero se gana en cercanía, que también es muy importante.
¿Qué criterios se deben tener en cuenta para elegir colegio?
Es muy importante que los niños vivan físicamente cerca de su centro escolar porque eso les permite incorporar a su vida cotidiana su vida escolar. La escuela es un ámbito fundamental de socialización y en ella van a encontrar amigos con los que además podrán compartir su tiempo de ocio. Así, cuando son más mayores, empiezan a demandar una mayor autonomía, pueden moverse solos por el barrio.
Otro criterio importante desde el punto de vista pedagógico es conocer el proyecto educativo del centro , que debe ser compartido por la familia. Hay algunas que consideran que trabajar por proyectos es mejor, a otras les interesa que se impulse la convivencia, etc.
Y, por supuesto, preguntar siempre al niño, haciéndole partícipe de la decisión. Por ejemplo, si va a ir al colegio del barrio, al pasear, podemos decirle: «¿Te gustaría venir a este cole?», «¡Mira qué patio tan grande tiene!», «¿Ves esa ventana de ahí? Esa puede ser tu clase».
Los menores que con 3 años empezarán en septiembre el colegio, ¿tendrán mayores problemas de adaptación teniendo en cuenta que ya no van a la escuela infantil?
En principio, no hay problema porque ellos no van a recordar el confinamiento como nosotros. Existes dos tipos de niños y niñas. Unos son los que están deseando encontrarse con otros niños y son sociables. Con ellos no va a haber problema porque se adaptan rápido a pesar de haber estado los últimos meses en casa y con familia y, además, habrán aprendido otras cosas porque la convivencia con mamá o papá no tiene precio .
Luego hay otros niños, que son los más tímidos, inseguros, apegados... Los que más suelen llorar. Al haber estado estos meses más apegados a sus figuras materna y paterna, puede parecer que les pueda afectar más pero en realidad no es así . Ellos van a pasar igual por la rabieta que si hubieran estado hasta julio en la escuela infantil porque necesitan ese periodo de adaptación para descubrir que la escuela es un lugar seguro y divertido. Y eso lo tienen que descubrir por sí mismos.
¿Y qué pueden hacer los padres o madres ante esas rabietas en los primeros días de colegio?
Existen dos tipos de rabietas : por inseguridad y las que se usan de manera consciente para conmover a papá o mamá y que no les dejen allí. Esto genera en los padres un sentimiento de culpabilidad. Por ello, es muy importante ir preparando al menor antes de que empiece el colegio y evitar hacer ciertos comentarios negativos entre los padres. Por ejemplo, hay que evitar hablar cosas negativas delante de los niños tipo «a mi me han dicho que la profesora no es muy simpática». Los niños tienen que recibir mensajes positivos de que la escuela es un sitio divertido, que va a ir al colegio a pasárselo bien.
Aún así, habrá quienes lloren al principio con el objetivo de «que me saquen de aquí». Si el niño lo consigue, habrá logrado lo que quería. Son pequeños pero listos y utilizan la rabieta para conseguir lo que quieren .
Un colegio nuevo, ¿es un problema?
No tiene por qué tener más dificultades. Cuentan, por ejemplo, con la ventaja del material nuevo, instalaciones nuevas... Y con un claustro de profesores que, aunque no está afianzado, tiene ganas e ilusión. Pueden ser una oportunidad.
El colegio perfecto no existe, ¿verdad?
No necesariamente. Es como un puzzle en el que uno encaja . Lo suyo es que el centro escolar sea una comunidad educativa, una familia extensa . Se trata de un grupo humano donde hay lazos afectivos (reconocimiento, cariño, afecto…) y eso es lo que hay que conseguir. El niño tiene que saber que sus profesores le conocen y le reconocen, que es un lugar en el que va a aprender y a ver a sus amigos, donde hay aspectos afectivos y emocionales. El niño tiene que estar a gusto, saber que si tiene un problema puede acudir al tutor, etc. Si todo eso existe, será perfecto porque es como una familia en la que se mete la pata y en la que también todos nos necesitamos.