7 de cada 10 padres de adolescentes, preocupados por las consecuencias emocionales y académicas del confinamiento para sus hijos
Los comportamientos más habituales han sido el aburrimiento (49,4%), la inquietud y dificultad para conciliar el sueño (45,5%), el nerviosismo (44,3%) y la irritabilidad (43,2%)
La crisis sanitaria y la incertidumbre causada por la pandemia está haciendo mella en el bienestar emocional y el desarrollo de niños y adolescentes, tal y como recoge el informe «Immediate psychological effects of the COVID-19 quarantine in youth from Italy and Spain», realizado conjuntamente por la Universidad Miguel Hernández y la Università degli Estudi di Perugia . El dato más concluyente es que un 69,1% de los padres españoles han percibido durante el confinamiento cómo disminuía la concentración de sus hijos.
De hecho, los comportamientos más habituales han sido el aburrimiento (49,4%), la inquietud y dificultad para conciliar el sueño (45,5%), el nerviosismo (44,3%) y la irritabilidad (43,2%). El estudio también revela otros factores que han aumentado durante el confinamiento, como las riñas familiares, un mayor sentimiento de dependencia y una sensación de agitamiento y nerviosismo general.
Según la directora de Soporte al Alumno de The British School of Barcelona , Carol Coleman, se está viviendo una situación «compleja» debido a las circunstancias actuales. « Es imprescindible llevar a cabo un acompañamiento emocional de los niños y jóvenes desde los centros educativos y trabajar de manera conjunta con las familias a lo largo de todo el proceso», sostiene.
En este sentido, este nuevo curso académico The British School of Barcelona ha adaptado su estrategia de soporte al alumno para identificar necesidades y ofrecer un programa personalizado y ajustado al nuevo contexto de la pandemia y el confinamiento.
«El bienestar emocional de los alumnos es prioritario y trabajamos los diferentes aspectos relacionados en el día a día. Esto nos ha permitido reaccionar de manera muy rápida y hacer las adaptaciones necesarias para afrontar tanto el confinamiento durante el cierre de los colegios como el regreso a las aulas, que lógicamente podía vivirse con cierta ansiedad después de tantos meses en casa», explica Coleman, que incide en que la alteración de las rutinas que causó el confinamiento tiene efectos, tanto para los niños como para los adolescentes y los adultos.
Durante el confinamiento, esta organización realizó un seguimiento constante para estar al lado de los alumnos en todo momento y desde el regreso a las aulas en septiembre se han dedicado sesiones específicas para promover el bienestar emocional necesario para el rendimiento académico.
Sin embargo, los servicios de Soporte al Alumno de la escuela también identificaron una alta capacidad de adaptación por parte de los alumnos: «Estamos gratamente sorprendidos de la gran adaptabilidad que han mostrado los alumnos, especialmente los más jóvenes, que han sido capaces de llevar a cabo esta transición de una manera muy tranquila y ordenada», explica Coleman.
El cuidado alrededor del niño
Gracias a esta rápida detección, los servicios de Soporte al Alumno han podido movilizarse para solucionar y ayudar al alumno a mantener su bienestar emocional, revelándose como un servicio de suma importancia tanto para ellos como para sus familias. «Una gran parte de nuestro trabajo se basa también en mantener una relación estrecha con las familias y proporcionarles herramientas para que puedan trabajar situaciones como la actual pandemia y todo lo que conlleva en casa con sus hijos», explica Carol Coleman. En cuanto a esto, la especialista también hace énfasis en que lo fundamental es el trabajo conjunto y alineado con todos los aspectos relacionados con la vida del alumno .
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