ESTILO
Las claves de estilo de Kamala Harris
La vicepresidenta de Estados Unidos dice con su vestimenta mucho más de lo que parece, un hecho que la está convirtiendo en todo un referente
Desde la investidura el pasado noviembre, Kamala Harris ha estado en boca de todos, y no solo por haber hecho historia al ser la primera vicepresidenta de color de los Estados Unidos, también por otras facetas como su naturalidad ante los medios de comunicación, y su forma de meterse en el bolsillo al pueblo americano. Como era de esperar, las prendas de su vestidor son otro de los puntos que más atención suscitan, pues especialmente en un puesto como el suyo, cada look, accesorio o gesto se examinan con lupa.
En el país norteamericano poco a poco se está haciendo un hueco en la industria de la moda, llegando a ser considerada por gran parte de los medios de comunicación un referente. Según el 'New York Post' , su estilo «está marcando el comienzo de una nueva generación de vestimenta poderosa»; para 'US Weekly' ,«está haciendo historia con mucho estilo», eso sin olvidar que ha protagonizado ya su primera portada en 'Vogue USA' en donde declaraban que «cambiará el curso del 'power dressing' para siempre».
En su armario cobran especial protagonismo los trajes de corte clásico en tonos formales como el gris o negro; pero también en otros algo más encendidos como el burdeos, verde botella o azul eléctrico. No faltan tampoco las blazers con todo tipo de estampados, collares de perlas, jeans ajustados y un largo repertorio de camisas. Incluso suele ser habitual verla en zapatillas -las Chuck Taylor de Converse son sus favoritas-, plumíferos, leggings y demás prendas deportivas.
La figura del estilista se torna crucial
La clave básica que debe cumplir su vestuario es la de formar parte de su discurso como un punto de apoyo, mezclarse con él y potenciar el mensaje, pero nunca convertirse en la historia principal. Como ya sucediese con las primeras damas y ahora con Jill Biden, Harris ha contado con ayuda de profesionales para pulir sus estilismos y sacarles el máximo partido, a sabiendas de que se trata de una herramienta de comunicación cuyo poder es inmenso .
Eso sí, no hay que confundir el propósito de su vestimenta con el de las primeras damas, pues las mujeres de los presidentes tenían una función diferente a la suya y quizás por ese motivo sus looks destilaban otro tipo de apariencia. De hecho, su ropa puede haber parecido sencilla y profesional en la campaña, pero fue rica en significado durante la semana de inauguración.
La artífice de ello es Karla Welch, una de las estilistas más aclamadas de Hollywood que ofrece sus servicios, entre otros, a Oprah Winfrey y Justin Bieber . Su relación profesional no ha sido confirmada ni desmentida, pero es un secreto a voces, especialmente después de la investidura y la portada de 'Vogue USA' que protagonizó el pasado enero y que Welch compartió en su cuenta de Instagram mostrando orgullosa su trabajo. Además, en las redes también ha mostrado su oposición con las medidas del expresidente Donald Trump así como su apoyo a causas el Black Lives Matter o el Women’s March.
La vestimenta, una potente herramienta
La impronta de la estilista siempre ha estado relacionada con el activismo social, y aunque sea blanca (un hecho que ha suscitado muchas críticas en la comunidad de color al otro lado del charco) el tándem que ambas forman tiene un resultado exquisito. Welch apostó por diseñadores de color para los eventos previos a las elecciones tanto por la carga simbólica, según señalan medios americanos, como por tener una referencia con la que acertar durante los próximos años.
Prueba de ello se aprecia en abrigo cámel de corte clásico de Jean-Raymond para Pyer Moss durante una vigilia por las víctimas de la pandemia; el vestido y el abrigo de color púrpura de John Rogers para los eventos del día de la inauguración; y para la noche, un vestido de cóctel negro con un abrigo de esmoquin hasta el suelo de Hudson , quien también vistió a Michelle Obama para la ceremonia del día. Tampoco faltan en su armario otros diseñadores de color como Sergio Hudson, Prabal Gurung, Christopher John Rogers o el creador de joyas puertorriqueño Wilfredo Rosado.
Los puntos clave
En cuanto a los estilismos del día a día, el empoderamiento queda patente a través de opciones empoderadoras que no faltan en el armario de cualquier 'working woman' , conjuntos sencillos a la par que elegantes que se pueden adaptar a cualquier momento del día. Si tuviesen que resumirse sus claves, habría que destacar tres enseñanzas.
- No se excede. Por mucho que innove no olvida la controversia que se genera sobre quién paga el vestuario de los políticos. De ahí que la elección de cada firma tenga que cumplir varios requisitos, entre los que destaca compartir los mismos ideales y apoyar a la industria de su país.
- Apuesta por los básicos. Al igual que cualquier otra mujer, Harris ha aprendido a sacar partido de los básicos y aprender cómo es su cuerpo para encontrar siempre la elección más favorecedora. En su armario no faltan las camisas tanto de patrones rectos como con algún tipo de adorno ligero (un volante, lazo o un bordado), trajes de corte slim fit, jerséis de cashmere y camisetas básicas de algodón en una amplia gama de colores para combinar tanto con las prendas más formales como las de sport.
- Busca un accesorio diferenciador que levante el look. Si bien Kamala Harris siente predilección por los collares de perlas, también es habitual verla con broches o joyería minimalista. Es el claro ejemplo de que, aunque las prendas sean sencillas, el estilismo puede resultar de diez si se sabe añadir con acierto alguna pincelada innovadora.
De todo esto se deduce que, aunque la vicepresidenta americana tenga un gran trabajo por delante durante los próximos años, en lo que respecta al estilo pisa sobre seguro y muchas mujeres están ya tomando nota para imitarla y aprender de ella.
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