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Beatriz Borromeo: mucho más que una ‘royal’ e icono de estilo
La frescura y elegancia natural de la italiana, unidas a su buen gusto, han hecho de ella todo un referente internacional
A sus 36 años, Beatrice Borromeo puede presumir de ser una mujer todoterreno . Ha pasado de desfilar en Milán o Nueva York a pasar la cuarentena en una granja al sur de Francia con su esposo y sus hijos, en la que aprendió a cortar las uñas a las cabras, plantar tomates o esquilar ovejas. Así es ella, carismática y con ganas de comerse el mundo, a la vez que familiar y tranquila.
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Procedente de una de las familias más influyentes de Italia, entró a formar parte de la casa Grimaldi tras su boda, en 2015, con Pierre Casiraghi , quien ocupa el séptimo lugar en la línea de sucesión. Ella, por su parte, se hizo conocida entre otras cosas por ser una de las más elegantes: Grace Kelly, Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi, Pauline Ducruet… Sus integrantes llevan el buen gusto en la sangre y desde el primer momento la italiana ha sabido dejar el listón bien alto con una vida en la que la moda es una de sus pasiones, pero no una de sus mayores prioridades.
La pregunta es, ¿quién es realmente Beatrice Borromeo? De corazón milanés pero alma monegasca, nació en la pequeña localidad de San Candido, al norte de Italia, y siendo una adolescente se trasladó a Milán para cursar sus estudios de derecho en la Universidad Bocconi, una de las más prestigiosas del país. Allí conoció al hijo menor de Carolina de Mónaco y el resto, aunque parece ser historia, no lo es.
Una aristócrata que se ha hecho a sí misma
La italiana es hija del conde Carlo Borromeo, descendiente de los Medici, pero lejos de criarse entre algodones, según ha contado en diversas entrevistas, desde los 16 años se ha mantenido ella misma. Su caso resulta bastante llamativo ya que aunque comenzó a trabajar desde muy joven para pagarse los estudios, el lujo seguía estando presente en su entorno familiar y social.
Beatrice y la moda han ido siempre de la mano, de hecho, su tío Matteo Marzotto fue presidente y director de la casa Valentino y Hugo Boss. Precisamente el haberse criado teniendo acceso a las casas textiles más prestigiosas del mundo despertó en ella el deseo de trabajar en algo relacionado con ello, y por eso comenzó a desfilar para firmas internacionales.
Su primer desfile fue de la mano de Chanel en Plaza de España, en Roma, y después lo siguieron las ‘fashion weeks’ a ambos lados del charco además de campañas de publicidad con marcas de lujo. En nuestro país desfiló en Barcelona, allá por el 2005, en la Bridal Week de la mano de Pronovias , donde compartió pasarela con modelos de la talla de Bianca Balti, Carmen Kass o Eugenia Silva.
Moda y periodismo, sus pasiones
Pero dejando a un lado el panorama ‘fashion’, lo que realmente le apasiona es el periodismo. Con solo 19 años dio el salto a la televisión con Michele Santoro , uno de los periodistas más prestigiosos de Italia, en un programa de debate de la segunda cadena de la televisión pública en donde no se cortaba a la hora de hablar de política y criticar a Berlusconi.
Posteriormente se lanzó a estudiar un Posgrado en Comunicación por la Universidad de Columbia que le llevó a trabajar en la web The Daily Beast , la publicación Newsweek y el diario italiano Il Fatto Quotidiano o el programa de televisión Annozero. Su vocación es tal que según explicó en una entrevista, durante su boda, Marco Travaglio – el director de Il Fatto Quiotidiano- le comentó que había que entrevistar a un prestigioso magistrado antimafia y ella, sin pensárselo dos veces, se la hizo durante el convite.
Desde su matrimonio se trasladó a Montecarlo y vive más centrada en su faceta como madre, aunque sigue ejerciendo el periodismo con la filmación de documentales de temática social para la televisión italiana, que compagina con la escritura para diferentes cabeceras. También lanzó un libro infantil, ‘El Capitán Papaya y Greta’ , en el que narró las aventuras de su marido junto a Greta Thumberg cuando cruzaron el Atlántico para asistir a la cumbre climática que la ONU celebraba en Nueva York en 2019.
Su estilo resumido en ocho claves
Aunque lleve una vida más casera y no se prodigue tanto en actos sociales, el buen gusto de Beatrice no pasa desapercibido y sigue conquistando a las casas de moda, donde la última en trabajar con ella ha sido Dior, quien la convirtió en su embajadora el pasado año. Su vestidor se caracteriza por mostrar las tendencias actuales de un modo equilibrado, adaptándose a los diferentes estilos sin perder su esencia personal y se puede resumir en ocho puntos clave.
1. Jeans y camiseta, el combo infalible.
2. Looks sobrios en los actos formales y con diseños más atrevidos para fiestas u otras celebraciones. Entre sus marcas de lujo favoritas figuran Giorgio Armani, Chanel, Valentino y cómo no, Dior.
3. Pasión por los estampados, especialmente los tribales y las flores.
4. No se prescinde nunca de los complementos , desde cinturones a joyería y accesorios en el pelo (sus favoritos son los lazos y turbantes).
5. En el día a día, sneakers de corte sencillo, donde predominan las blancas, mientras que en verano no se separa de las alpargatas.
6. Vestidos vaporosos con volantes y tejidos ligeros como la gasa o el tul cuando busca un estilismo sofisticado sin tener que pensar demasiado.
7. Los escotes en la espalda, una alternativa llena de elegancia a la que recurre siempre que puede.
8. Faldas y vestidos, mejor ‘midi’ y con las cinturas marcadas para estilizar la figura.
