El perezoso de manual se deja llevar. Confiado, deja transcurrir los días, las semanas, hasta que de tanto rezongar y empiezan a sonar las alarmas, llega el tiempo de descuento, los apuros, los agobios... incluso los lamentos porque es imposible «encajar-embutirse-rellenar» el traje de reserva que tiene arrumbado en el fondo del armario y esa cena tan importante, la reunión de empresa o la boda de su mejor amigo es mañana.
Horror. Ya es demasiado tarde para usar el método ensayo y error, para hacer pruebas variadas de vestuario y visitar todas las tiendas de moda masculina. Toca resolver.
Ya no hay tiempo ni para los reproches. ¿Qué alternativas tiene para no ir dando la nota? Te presentamos una serie de sugerencias que pueden sacarte del atolladero. Soluciones y consejos para presentar un aspecto digno, casi respetable.
Una imagen que se aproxime a la del 'gentleman' inglés, esmerado en su atuendo y elegante. Puede que hayamos improvisado ligeramente nuestro 'look' pero con estos consejos lograrás estar más cerca de George Clooney que del señor Barragán.
¿Puedo ser original como Messi?
Moderación y mesura. Estas son las máximas que se imponen cuando toca elegir un traje sin mucho tiempo para reflexionar. Más vale jugar sobre seguro y acertar que apostar por las últimas tendencias, sobre todo, si no tenemos pericia o no solemos usar trajes de forma habitual.
Como consejo general, el dibujo debe ser de un mismo patrón. Los principales son de color sólido, espiga, ojo perdiz y raya diplomática. Ante todo, nada de mezclar telas y estampados si queremos un traje formal.
La innovación, en este caso, está reñida con la elegancia clásica. Los trajes oscuros carbón o grises combinan mejor que los negros. El azul siempre es un triunfo y los colores pastel y blanco... ¿a quién quieres emular?
Los hombros en su sitio
Cada cosa en su lugar y las hombreras desterradas. Los ochenta ya pasaron y la naturalidad se impone en las chaquetas. Un traje con los hombros caídos desvelará en micro segundos que es de otra temporada así que si vamos a comprar un traje hay que prestar atención y que los hombros encajen perfectamente sin rebosar para que no parezca que llevamos un traje prestado de nuestro padre o de un amigo. En definitiva, una chaqueta no debe quedar apretada ni pequeña, debe ser de tu talla.
La camisa... un poquito nada más
Uno de los errores más comunes está en el largo de las mangas. Las grandes cadenas por lo general aplican la máxima de «es más fácil recoger una manga que tener que solucionar un problema de raquitismo» pero aunque es cierto que más vale que sobre, éste no es el caso.
Los detalles son importantes y la manga tiene que permitir ver algo de camisa (lo ideal es un centímetro). Así que si tenemos que recurrir a una compostura de urgencia, es el momento. Además, los pantalones no debe sobrepasar el empeine porque tienen que permitan que el zapato se vea.
Los botones
El traje recto de tres botones siempre se lleva con el último botón desabrochado. La tendencia actual lo ha dejado un poco aparcado aunque es el más elegante.
El traje recto de dos botones es el más habitual en las tiendas. La chaqueta se puede usar tanto en 'looks sport' como en momentos más formales. Este dato es relevante si queremos dar una segunda vida a nuestro traje. Siempre se abrocha el botón superior, nunca el inferior.
El traje cruzado de dos botones hoy en día esta en desuso. No admite medias tintas ya que la chaqueta se lleva totalmente abotonada o desabotonada.
Un hombre se empieza a vestir por los pies
No todo vale. Llevar un traje con unos zapatos inadecuados es similar a la peor de las catástrofes. No importará que nuestro traje esté firmado por el mejor diseñador, que sea como el que viste Patrick Jane en«El mentalista», o que esté confeccionado a medida porque el Apocalisis caminará sobre tus pies si te calzas unos mocasines o te atreves con unos zapatos de suela de goma.
Para no arruinar todo el trabajo previo, elegirás unos zapatos de cordones (los más puristas suelen decantarse por el modelo Oxford). Es muy importante que siempre estén limpios y lustrosos, nunca arañados o desgastados. Además deben combinar con el color del pantalón.
Marcando la diferencia
Los complementos dan un toque de distinción. La corbata es imprescindible. Debe ser del mismo ancho que la solapa y combinar con el color de la camisa aunque tienes libertad para elegir una más llamativa o sobria.
El pañuelo no lo emplea todo el mundo pero es un punto de 'glamour' y clase extra. Siempre será otra tela y material que el traje.
Finalmente, el cinturón. La recomendación es que sea de cuero marrrón o negro con una hebilla no demasiado ostentosa. Si tienes un traje negro, no compres un cinturón marrón.
