El verdadero sueño sin cumplir de Amaia Montero, el lado desconocido de la cantante

Amaia Montero se encumbró gracias a su éxito como vocalista del La Oreja de Van Gogh, grupo con el que hizo historia pero del que se desvinculó en el año 2007. Desde entonces, la cantante no ha parado de trabajar y ha continuado su andadura profesional en solitario. Sin embargo, durante este tiempo también ha protagonizado diversas polémicas relacionadas tanto con su faceta como artista como por su cambio físico en los últimos años.

Las constantes críticas hacia su físico y los ataques que sufrió tras aquel concierto en Cantabria en el que se la llegó a oír decir «no se ni dónde estoy», han hecho que la artista vasca se replantee su vida. Esta misma semana anunciaba su retiro temporal para «curarse»: « Cuando crea conveniente haré lo que tenga que hacer... lo último que necesito es más presión... sé que me queréis y que levantáis los brazos siempre por mí, lo tengo clarísimo, al igual que yo por vosotros y espero que lo tengáis clarísimo (...) He sufrido muchísimo».

Tras ese mensaje, que alarmó sobremanera a sus fans , la cantante vuelve al silencio mediático, ya que en los últimos meses son muy pocas las apariciones de la artista en público. Pero lo cierto es que el pasado año concedió una entrevista al medio argentino «Infobae» en la que, además de mostrarse molesta por los rumores que circulan sobre su persona, confesó su sueño frustrado. « Quiero ser mamá , pero no he encontrado el momento. Hasta ahora», reconoce abiertamente, de una manera en la que no había hablado antes.

También hace referencia a las dificultades que ha tenido por su profesión a la hora de encontrar y mantener una relación sentimental: «Es difícil encontrar una pareja hoy en día, yo siempre estoy viajando de un lado para otro. Si me voy de gira es como si yo me fuera con él a su trabajo…eso no me gusta. Yo tengo mi vida, digamos que s oy independiente ». Aunque remarca que, a día de hoy, es amiga de algunos de sus exnovios.

Sobre su lado más personal su relación consigo misma, dice ser demasiado exigente. «Siempre me dicen la frase esa de " ponte un notable de vez en cuando ", porque me doy mucha caña, soy muy exigente conmigo. Pero bueno, el seguir. La fuerza. Y el carácter fuerte, para bien y para mal. Y los valores que me inculcaron», es lo que más valora de sí misma.