Los Thunberg, una familia en permanente crisis que moldeó el «fenómeno Greta»
Ya eran famosos en Suecia antes de que su hija se convirtiese en un icono global
Ya eran famosos en Suecia antes de que su hija se convirtiese en un icono global. Svante Thunberg , el padre de Greta , es hijo del reputado actor Olof Thunberg, y si bien no heredó el talento del su progenitor, culminando su limitada carrera con dos papeles en series de televisión, sí supo servirse de sus contactos para ganarse la vida como productor y agente. Se casó con su más célebre representada, Malena Ernman , una cantante lírica sueca a la que seguía en sus esporádicas apariciones en los escenarios internacionales en el papel de manager y ocupándose de las niñas, Greta y Beate, la hermana dos años menor, que abandonaban para ello la escuela y sus rutinas infantiles. En su actuación más conocida pidió ayuda para que un hombre le sujetase el sostén sobre el escenario mientras se empleaba en los agudos, una vis cómica que explotó también en actuaciones televisivas junto a su marido o junto a Sissela Kyle, ridiculizando a Monserrat Caballé , que, poco a poco, iban rebajando su caché.
En 2009, cuando Greta tenía seis años y era víctima de varios trastornos psicológicos, ya Malena ya había publicado un libro titulado «Escenas del corazón», en el que relataba con todo lujo de detalles las afecciones de la niña, sus trastornos psicológicos y de comportamiento, y la manera en que todo ello había afectado a su propia vida. Las dificultades familiares hacían ya mella en la carrera musical de Malena, o viceversa, e intentó un relanzamiento con su participación en Eurovisión, en Moscú, pero solo obtuvo el puesto número 21 en las votaciones y lo siguiente que sabemos de ella es que abandonó su carrera musical debido a que su hija la convenció del daño que hacía al planeta con sus frecuentes vuelos en avión para asistir a sus actuaciones internacionales, como ella misma ha relatado en innumerables entrevistas.
En otro libro, más recientemente publicado y que Lumen ha traducido en España con el título «Nuestra casa está ardiendo. Una familia y un planeta en crisis», Malena abunda en esa vinculación entre el infierno doméstico y el infierno climático, mientras se distancia progresivamente de la agenda de Greta, de la que se ocupa más su padre, para atender la de su hija menor, Beata. El matrimonio divide así ahora sus esfuerzos, dado que la pequeña ha insistido en lanzar su propia carrera musical, siguiendo los pasos de su madre. Ambas requieren una atención exclusiva y full time por parte de sus progenitores, que no pueden compatibilizarla con compromisos profesionales.
La crisis privada de la familia y la crisis climática global, son simplemente «síntomas del mismo trastorno sistémico, eso es lo que mantiene en su último libro», explica la editora Paulina Neuding, que destaca las dificultades de una madre con dos hijas psicológicamente complejas. Greta ha sido diagnosticada de síndrome de Asperger , trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastornos alimenticios y mutismo selectivo, un trastorno de ansiedad que lleva a retraerse hasta rozar el autismo. Beata, por su parte, «es propensa a repentinos estallidos de ira, durante los cuales le grita obscenidades a su madre. Insiste en empezar a caminar siempre con el pie izquierdo y se niega a pisar ciertas partes de la acera. Además, exige que su madre camine de la misma manera. También suele pedir que la soprano la espere fuera durante la clase; no la permite moverse, ni siquiera para ir al baño», relata Neuding.
Svante, mientras tanto, acompaña a Greta de cumbre en cumbre. Amos aseguran que no se lucran con el activismo de la niña. Dos registros comerciales están vinculados al nombre Ernman / Thunberg: los de Tonträgerverlags Northern Grace AB y Ernman Produktion AB, ambas sociedades anónimas, que según el servicio sueco de información crediticia Ratsit AB, también tienen bienes inmuebles. El presidente de ambas compañías es Svante Thunberg. El periodista financiero sueco Andreas Henriksson afirma que las huelgas por el clima de Greta empezaron siendo «una campaña de relaciones públicas para el lanzamiento del libro de su madre» en la que estuvo implicado el descubridor de Greta, Ingmar Rentzhog, cuya empresa de medios proyectó en las redes a nivel internacional la imagen de Greta y su pancarta ante las heladas puertas del parlamento sueco, la primera manifestación pública de una adolescente que recibió atención mediática en Suecia por tratarse de la hija de una conocida artista. Sus padres niegan haber estado al tanto de ese acuerdo inicial. El diario de Estocolmo Svenska Dagbladet ha publicado las «densas conexiones» entre el promotor Rentzhog y el Club de Roma, el proyecto medioambiental de Al Gore. En 2018, la ONG «No tenemos tiempo», fundada por Rentzhog e impulsora de Thunberb, recaudó 10 millones de coronas, más de 9 millones de euros.