Del Príncipe Harry a Masako de Japón: «royals» que han luchado contra la depresión

Este miércoles la sociedad noruega se conmocionaba al conocer el suicidio del exmarido de Marta Luisa de Noruega , que se quitaba la vida a los 47 años. El pintor y escritor ya había confesado hace años que padecía depresión, una enfermedad que se agudizó tras divorciarse de la Princesa en el año 2017. No se trata del primer miembro de la realeza que ha luchado contra ella, pues en muchas ocasiones estos se han visto seriamente afectados por la sobreexposición mediática que acarrea la vida pública.

El Príncipe Harry confesó abiertamente hace unos años a «The Telegraph» que tras la muerte de su madre su vida se sumió en un «caos total» de ansiedad y depresión: «Mi forma de lidiar con ello era metiendo la cabeza en la arena. Negarme a pensar en mi madre porque, ¿eso cómo ayudaría? Solo iba a hacer que me entristeciera. No iba a traerla de vuelta». Fue gracias a su hermano, Guillermo de Inglaterra , que se decidió a pedir ayuda profesional.

Magdalena de Suecia es otra de las «royals» que cayó presa de una profunda depresión. A punto de casarse con el gran amor de su vida, el abogado Jonas Bergström , con quien mantuvo seis años de relación, la Casa Real anuncio la suspensión de su ansiado compromiso. Tras contar con la difícil aprobación del Rey Gustavo se enteró de que su fututo marido le había sido infiel. Entonces se refugió en Nueva York para alejarse de la polémica.

El hermano de Catalina de Cambridge , James Middleton , habló este mismo año de la fuerte depresión que ha padecido y sobre la que todavía no puede decir que se haya curado. Contó que se ha sentido obligado a hablar sobre el calvario que ha vivido para respaldar el trabajo que los duques de Cambridge y el Príncipe Harry realizan en la fundación «Heads Together». «Ellos creen que solo podemos abordar el estigma asociado con las enfermedades mentales si tenemos el coraje de cambiar la percepción social que se tiene sobre ellas y acabar así con las connotaciones negativas».

La enigmática Charlene de Mónaco nunca ha confesado abiertamente haber atravesado una depresión. No obstante, su prima Christa Mayhofer-Dukor concedió una entrevista en la que confesó que la mujer de Alberto de Mónaco habría sufrido un aborto antes de dar a luz a sus mellizos. «Debido a esto estaba siempre con la mirada perdida, triste e incluso llegaron a pensar que nunca más se quedaría embarazada y no podrían dar un heredero al Principado». Aún a día de hoy la actitud de la princesa como miembro de la realeza preocupa mucho a sus adeptos.