Polémica por el nuevo (y rentable) negocio de Belén Esteban: «Se nos va la cabeza»

Que la imagen de Belén Esteban es un negocio en sí mismo, es un hecho. Coronada como «la princesa del pueblo» , sus años en televisión han dado sus frutos y prácticamente todo lo que toca se convierte en oro. Prueba de ello fue la exclusiva que vendió con motivo de su boda a la revista «¡Hola!» y que se convirtió en una de las más esperadas del año. Aunque este es solamente uno de los ejemplos.

Trabajando en su faceta como «influencer» -en Instagram cuenta con más de 800.000 seguidores- han sido muchas marcas las que han solicitado su colaboración para promocionar sus productos. Un negocio más que rentable y, en ocasiones, pagado a precio de oro. Desde productos adelgazantes hasta artículos de moda, pasando incluso por un patinete eléctrico.

Pero la ex de Jesulín de Ubrique ha decidido ir un paso más allá y crear su propia marca, noticia que ya ha compartido con los usuarios de redes sociales, y que ha provocado la indignación de muchos de ellos. Belén Esteban ha puesto en marcha una firma de decoración, Home Decor que, por el momento, solo comercializa tres velas aromatizadas al módico precio de 35 euros una de ellas y 39 las otras dos (a lo que habría que sumar los gastos de envío).

Son muchos los que se han echado las manos a la cabeza al conocer este nuevo negocio que recuerda, sin ir más lejos, al reciente lanzamiento de Gwyneth Paltrow y las velas que huelen como su vagina (aunque sin tantas excentricidades). «Tus seguidoras son gente como eras tú antes, una pobre sin oficio ni beneficio. ¿Cómo van a gastar 35 pavos en una vela?», «La gente está pirada, gastar 39 euros por una vela, dárselo a alguien que necesite para comer, no a esta que ya tiene bastante», «Se nos va la cabeza, de verdad» o «Están chulísimas Belén, mucha suerte, pero para algunos bolsillos», son solo algunas de las críticas que ha recibido.

Belén Esteban no es la única de sus compañeras que ha decidido probar suerte más allá de los platós. Paz Padilla y su hija, Anna Ferrer , pusieron en marcha una firma de ropa que también ha sido muy criticada por sus elevados precios. Kiko Matamoros , por ejemplo, saborea el éxito de su mejor inversión, una de las discotecas de moda de la capital.