Paloma Cuevas se plantea pasar el próximo año fuera de España

Una de las mujeres más discretas y elegantes del panorama nacional se convirtió en la gran protagonista del verano de la prensa rosa después de poner fin, a principios del pasado mes de julio, a casi 25 años de matrimonio con Enrique Ponce . Desde entonces, Paloma Cuevas se ha recluido en la finca Cetrina, situada en Navas de San Juan (Jaén). No ha hecho vida social y solo se ve con algunas de sus amigas más íntimas y su familia.

La pareja se conoció gracias a la gran afición que compartían: el mundo de los toros. Ella es hija de Victoriano Valencia , por lo que era asidua a las corridas de toros. Cuatro años después, el 25 de octubre de 1996, se dieron el «sí, quiero» en la catedral de Valencia con reconocidas figuras del mundo taurino como testigos. Desde entonces, Enrique Ponce y Paloma Cuevas han formado una de las parejas más estables y discretas del panorama nacional. Nunca han protagonizado ningún escándalo y siempre han intentado pasar inadvertidos porque les da pavor que su vida privada sea objeto de titulares en el papel cuché.

Hasta este verano cuando el torero se enamoró perdidamente de una joven, Ana Soria , por la que dejó todo. Desde entonces se ha dicho de todo sobre la relación entre ambos, por lo que Paloma Cuevas se está planteando pasar el curso escolar junto a sus hijas fuera de España, lejos de la presión mediática y las especulaciones. Tal y como asegura la revista «¡Hola!», la relación entre ambos es muy buena y ambos están de acuerdo en esta decisión para proteger a su familia.