La nueva generación «Sálvame»: Alejandra Rubio, Andrea Janeiro, Anita Matamoros y Anna Ferrer
Las hijas de Terelu Campos, Kiko Matamoros y Paz Padilla triunfan en Instagram y tienen ante sí una brillante carrera como «influencers». Todo lo contrario a la hija de Belén Esteban, cuyo sueño es vivir en el anonimato
Cuando el 27 de abril de 2009 Telecinco estrenó « Sálvame », cambió la forma de trabajar de toda la prensa del corazón . Cuando en octubre de 2010 nació Instagram , las marcas de moda se vieron obligadas a evolucionar en su forma de hacer publicidad. Chiara Ferragni abrió paso a los «influencers», marcadores de estilo que ganan dinero gracias a promocionar firmas de lo más diversas. En 2018, ambos mundos han colisionado gracias a la mayoría de edad de Anna Ferrer , Alejandra Rubio o Anita Matamoros . O lo que es lo mismo, las hijas de Paz Padilla , Terelu Campos y Kiko Hernández .
Noticias relacionadas
Todas ellas han ido cumpliendo la mayoría de edad este año y la caída de los píxeles nos han dejado ver a jóvenes con mucho desparpajo y fanáticas de las redes sociales. Sus padres, orgullosos, ya comentaban que casi todas se quieren dedicar al mundo de la moda. Las tres atesoran cientos de miles de seguidores en las redes sociales. Unido a su conexión con el universo del programa de Mediaset, Anna, Alejandra y Anita ya han sido tentadas como «influencer» por diversas marcas, aunque con resultados muy dispares.
Anna Ferrer, la más buscada por las marcas
La hija de Paz Padilla está muy unida a su madre . La joven está muy comprometida con sus estudios de Economía en la Universidad Carlos III de Madrid, pero tiene en su cuenta de Instagram un «hobby» que se ha convertido en el mejor filón para ganar dinero.
Con casi 200.000 seguidores, se calcula que Anna podría ingresar unos 2.000 euros por cada fotografía que sube a su cuenta. Y ojo, porque la joven ha conseguido jugosos contratos con Maybelline , Garnier , Hollister o luciendo la línea de bañadores de Anabel Pantoja . Basta pinchar encima de cualquiera de sus imágenes para saber qué marcas cuentan con ella, ya que como buena «influencer» etiqueta todas en sus imágenes.
Alejandra Rubio, la versión «punk»
Tras alcanzar la mayoría de edad, la hija de Terelu Campos se convirtió en uno de los nombres más buscados por las revistas. Fue la propia colaboradora de «Sálvame» quien intentó controlar el revuelo y mostrar la cara de su hija por primera vez en una portada de una revista.
Rubio ha profesionalizado poco a poco su perfil, hasta conseguir que la marca de móviles Xiaomi se fije en ella para promocionar algunos de sus productos. Sin embargo, la estética de la joven -siempre vestida de negro-, la cantidad de fotos que publica durante sus salidas nocturnas o su ropa de marca (si bien vimos a su madre en una ocasión comprando prendas falsificadas) otorgan a Alejandra un perfil con el que no muchas marcas estarán cómodas.
Muy unida a su madre, tras la reciente recaída de Terelu la joven ha aparcado sus redes sociales a un lado para concentrarse en lo realmente importante, la recuperación de su madre.
Anita Matamoros, siempre con polémica
La más joven en este trío es Anita Matamoros, hija de Kiko Hernández y Makoke. La joven, que cumplió 18 años hace dos semanas, ya ha vivido su primera polémica con la compra de un BMW nada más sacarse el carnet de conducir. Eso sin mencionar el huracán que vivió este jueves tras ser acusada de «falta de profesionalidad»
La joven se ha visto obligada a desmentir que ha sido despedida de su agencia , como han publicado diversos medios. «Es mentira, están jugando con mi trabajo, con ello voy a pagarme la universidad» , ha declarado la joven a través de Instagram.
Sin duda, las tres jóvenes tienen por delante una carrera fulgurante en el mundo de la moda y el espectáculo, si es lo que quieren. Tres futuros muy diferentes a los de la cuarta integrante de esta generación, Andrea Janeiro . La joven cumplió los 18 años en 2017 y, tres días después de su cumpleaños, envió un comunicado a los medios solicitando que no hablaran de ella , ya que su sueño es vivir una vida completamente anónima.