Muere el padre de Irene Rosales

Difíciles momentos para Irene Rosales . Todavía estaba recuperándose del triste fallecimiento de su madre, Mayte Vázquez , -quien se fue el pasado día 6 de febrero tras luchar contra una larga enfermedad-, cuando la vida le da otro duro golpe. Su padre ha muerto, según ha adelantado la revista «Semana».

Manuel Rosales ya estaba muy delicado de salud desde mucho tiempo. «Mi padre se cayó trabajando y lo que tiene es un tumor cerebral. Lleva con él 16 años. A día de hoy es un campeón, un luchador. No es consciente al cien por cien de lo que pasa, por así decirlo, no es feliz. No es una persona que se pueda valer al por cien por cien por sí misma, pero está con nosotros», desvelaba la mujer de Kiko Rivera en enero de 2019.

Tras el fallecimiento, Irene Rosales ha publicado un «story» en su cuenta de Instagram con una imagen de dos estrellas. Aunque no ha escrito nada, está claro que se refiere a que en el cielo ya están juntos sus padres. Por su parte Kiko Rivera publicaba otro «story» que decía: «¿Puedes terminar ya 2020?».

Sin duda un año para olvidar tanto para Irene Rosales como para sus hermanos : Manuel, Vanessa, Carlos y Mari Tere. A la mujer de Kiko Rivera se le suma además la guerra de su marido con Isabel Pantoja . El pasado domingo rompía a llorar en el programa «Viva la vida» por toda la presión que tiene. La sevillana ha sido señalada por algunos, se comenta que también por la propia Pantoja, de avivar el distanciamiento entre madre e hijo.

Encima, hace tan solo unas semanas, dio positivo en coronavirus . Menos mal que, en su caso, no fue nada ya que no tuvo síntomas, como ella misma reconoció. Lo único fueron las molestias de tener que estar encerrada para no contagiar a nadie. Tanto sus dos hijas, Carlota y Ana, como Kiko Rivera dieron negativo.

El matrimonio ha acudido esta misma mañana a dar el último adiós a Manuel Rosales a un tanatorio de Bormujos (Sevilla). Ambos se han mostrado desolados por la pérdida. Irene Rosales, visiblemente afectada, llegaba a primera hora de la mañana bajo un gran paraguas y vestida de riguroso luto; mientras que su marido lo hacía después y con una mascarilla negra en señal de respeto.