«Megxit», la hoja de ruta para independizarse
La renuncia de los Duques de Sussex a ser miembros de la Familia Real sacude los pilares de Buckingham y plantea dilemas como su financiación o seguridad
Cuando los británicos creían que el culebrón en el que acabó por convertirse el Brexit era suficiente para copar las portadas de los medios, ha llegado un nuevo drama a robarle el protagonismo. El «Megxit», como le llaman ya en las redes sociales e incluso en la prensa a la decisión de los Duques de Sussex de dejar de ser miembros senior de la Familia Real , parece que será el tema del momento en las próximas semana e incluso meses. Y es que si el Reino Unido saltará por fin del barco de la Unión Europea a finales de este mes tras más de tres años tras el referéndum, Meghan y Harry han decidido hacer lo mismo con su labor dentro de la monarquía.
Aunque la noticia ha sido calificada por muchos en Inglaterra como una auténtica bomba, en realidad la decisión no supone una sorpresa. Lo que sí es un problema es la forma en la que se ha comunicado. Al menos así lo cree William Hanson , experto en protocolo real, que en un encuentro en Londres con los corresponsables de la prensa extranjera aseguró que se esperaba que de alguna forma los duques «se separaran o alejaran» de la monarquía como habían insinuado en algunas ocaciones, pero eligieron «una forma equivocada de comunicarlo» y ahora mismo «deben estar haciendo autocrítica».
Hanson explicó que aunque la decisión de la pareja es «muy valiente» y que están en su derecho de dar un paso al lado, las formas han sido muy negativas e «irrespetuosas» y es justo eso lo que ha enfadado a muchas personas, incluyendo a medios de comunicación, corresponsales reales e incluso al Museo de cera, que quitó sus figuras de su exposición.
Aún así, el apoyo entre «la plebe» es elevado. Según una encuesta publicada por YouGov, un 45% de los británicos apoya a la familia formada por el hijo menor de Carlos y Diana de Gales , la ex actriz estadounidense Meghan Markle y su bebé Archie , de solo ocho meses. «Y el apoyo sería aún mayor de haber hecho todo esto de otra manera». Eso sí, según la opinión de los encuestados por la consultora, los duques no deben renunciar solo a su sueldo, sino que la Reina Isabel II debería cortarles el grifo en los demás ámbitos, como la seguridad o el alojamiento, algo que ya adelantaron los medios como una posibilidad que contempla el Príncipe Carlos. Y es que, según la pareja, su idea es dividir su tiempo entre Reino Unido y Norteamérica, previsiblemente Canadá, donde recientemente pasaron seis semanas sabáticas y cuyo resultado fue el anuncio de esta decisión. «Harry siempre ha sido el favorito de la gente, es muy carismático», apunta el experto, y ese encanto ha permitido que incluso se le perdonaran algunos comportamientos inadecuados en el pasado. Y lo mismo para Meghan: actriz de una popular serie de televisión, feminista, divorciada, de madre negra y con una sonrisa a flor de piel que para muchos supuso un soplo de aire fresco cuando aterrizó en Buckingham. «Ella pudo haber tenido mucha influencia en la monarquía», señala Hanson, «pero ha intentado cambiarla en una noche y los cambios en una institución como esta requieren mucho tiempo».
Pese al tsunami que esto ha generado, sobre todo en la prensa, que ha publicado titulares como que la Reina no sabía nada o que se ha cogido un enfado monumental, para el experto en la realeza toda está polémica no se trata solo de cuestiones prácticas, como la financiación o los títulos , sino que es algo muy emocional. Pero al final « la herida va a sanar . La Reina es una mujer pragmática y seguro que está ahora mismo buscando una solución pese a estar molesta». Y es que a sus 93 años y por tanto en la recta final de su reinado, a Isabel II «le gustaría dejar la monarquía en un buen punto» pero ahora mismo algunos sucesos están empañando «el gran trabajo» que ha llevado a cabo a lo largo de su reinado, como la renuncia a sus deberes reales por parte de su hijo el Príncipe Andrés por estar involucrado en el escándalo de pedofilia del que fuera su amigo, el acusado Jeffrey Epstein .
Lejos de las normas
Meghan y Harry ya han mostrado en diversas ocasiones s u voluntad de seguir un camino lejos de las estrictas reglas que supone ser un Windsor, como interponer sendas demandas contra algunos tabloides británicos por invadir su privacidad. Harry fue muy claro: le resiente a la prensa ser culpable de la muerte de su madre cuando tenía solo 12 años y no quiere que su esposa sufra ese nivel de acoso.
Además, hay una diferencia generacional con la Reina que también es importante, según Hanson, así como cultural, al ser Meghan estadounidense, una cultura con ninguna tradición monárquica. «Catalina de Cambridge también sufrió con la prensa, entre otras cosas por su clase social. Pero tuvo muchos años para adaptarse con un compromiso muy largo». Y aunque parecería que son ella y William los grandes ganadores en este culebrón, los expertos no están muy de acuerdo. «La salida de los Sussex supone más presión para los de Cambridge ». Los hermanos, que están separados hace tiempo, tendrán que alcanzar con su padre y con su abuela un punto medio.
Hay muchas cosas en el aire , pero lo que parece estar claro es que los Duques mantendrán sus títulos y Harry seguirá en la línea de sucesión, ya que al ser el sexto, es prácticamente imposible que llegue a reinar alguna vez. Meghan, por su parte, ha vuelto a poner «agua de por medio», volando a Canadá una vez lanzada la bomba. El Megxit apenas empieza .
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